La compañía surcoreana SK Innovation planea construir en Hungría la planta de baterías más grande de Europa, lo que supondrá una inversión de unos 2.300 millones de dólares (casi 1.900 millones de euros al cambio actual). Un anuncio que llega después de que el Gobierno asegurase que España podría acoger dos fábricas de este tipo, por lo que preveía dar "buenas noticias" en los próximos meses.
Según ha anunciado la firma, SK Innovation invertirá cerca de 1.900 millones en la ciudad de Iváncsa en la que será su tercera factoría de construcción de baterías en Hungría.
La fábrica, que tendrá una superficie de 700.000 metros cuadrados, se plantea como un proyecto a largo plazo, por lo que las obras comenzarán en el tercer trimestre de este año y durarán hasta 2028.
Ubicada a 50 kilómetros al suroeste de Budapest, la ciudad de Iváncsa cuenta con la logística necesaria para las instalaciones, como red ferroviaria y carreteras, así como trabajadores suficientes para la construcción, ya que esta cerca de la capital.
"Las condiciones comerciales no son favorables debido a la pandemia, pero tomamos una decisión de inversión audaz para nuestro futuro para hacer crecer el negocio de la movilidad verde", ha reivindicado el consejero delegado de SK Innovation, Kim Jun, que ha añadido que espera que la compañía contribuya "en gran medida" a la cadena de la valor de la industria.
Se prevé que las instalaciones tengan una capacidad de producción de 30 gigavatios hora (GWh) al año, lo que permitirá suministrar unas 430.000 baterías para vehículos con más de 400 kilómetros de autonomía 'cero emisiones'.
FÁBRICAS EN ESPAÑA
A pesar de que Hungría ya dispone de varias factorías para la producción de baterías, España todavía sigue trabajando para que alguna de ellas se instale en el territorio nacional. En este sentido, el secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Raül Blanco, insistió en reiteradas ocasiones que el Gobierno trabaja "sin descanso" para que España albergue una fábrica de baterías, por lo que preveía tener "buenas noticias en los próximos meses".
"Debemos de estar ahí, España tiene toda la capacidad para estar ahí y, si transforma su sector, acoger al menos dos fábricas de baterías, como las que se están desarrollando en Francia o Alemania", señaló Blanco.
En este sentido, una de las principales instalaciones que podría albergar una fábrica de estas características es la planta de Nissan en Barcelona, que cerrará este mismo año. Así, compañías como LG han mostrado su interés por dichos terrenos, lo que podría salvar entre 1.500 y 2.000 empleos.
Asimismo, el pasado mes de septiembre el presidente de Cantabria, Miguen Ángel Revilla, anunció que la multinacional francesa IDEC Group habría mostrado su interés para la instalación en la Comunidad de una fábrica de baterías eléctricas que generaría entre 3.000 y 9.000 puestos de trabajo.
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