Iberdrola España insiste, tal y como aseguró horas después del apagón en un comunicado, en que en el momento del incidente estaban acopladas todas aquellas centrales de su parque de generación que habían recibido las pertinentes instrucciones por parte de Operador del Sistema, Red Eléctrica de España, al que señala como responsable de la gestión de este suceso. Es decir, la eléctrica apunta a que ese día todas las centrales cumplieron la normativa vigente.
Desde la compañía manifiestan su asombro por las declaraciones de la presidenta de REE, Beatriz Corredor junto a la directora de operaciones, Concepción Sánchez, que parecen confundir las consecuencias del apagón con sus causas. Caídas de generación, como la que señalan como origen del cero nacional, ocurren de forma habitual sin que esto suponga ningún tipo de problemática o afección al sistema.
En este sentido subraya que, aunque REE dispone en tiempo real de todos los datos del sistema relativos al suceso del 28 de abril, la operadora no ha facilitado a las empresas información detallada de su actividad hasta la rueda de prensa celebrada esta mañana, dirigida únicamente a medios de comunicación.
Datos compartidos
Por otro lado, hay que recordar que, desde el inicio del incidente, la eléctrica ha entregado la información requerida con transparencia a todos los organismos nacionales e internacionales concernidos en la investigación, incluidos tribunales de justicia, comité de Análisis o REE entre otros.
Iberdrola España comparte el análisis del Ministerio de Transición Ecológica que constata que “el sistema mostraba una capacidad de control de tensión insuficiente por dos motivos. Uno, el día 27, anterior al incidente, el Operador del Sistema programó la actividad de 10 centrales síncronas con capacidad para regular tensión el día 28 de acuerdo con su consigna. El número final de centrales síncronas acopladas fue el más bajo desde el inicio de año” y que prosigue afirmando que hubo “una previsión de recursos, de control, de tensión para las horas centrales del día, inferiores a lo que había calculado a principios del día, 27 horas antes”.
Este análisis arroja una afirmación preocupante: “una vez iniciada la reacción en cadena, las protecciones habituales del sistema eléctrico no pudieron detener ni contener este proceso. Algunas de estas protecciones pudieron incluso contribuir al fenómeno de sobretensión contribuyendo al alza de las tensiones”.
Incumple su principal misión
Por todo ello, la compañía considera que, al operar de forma temeraria, REE no ha cumplido con su función principal de garante de la continuidad y seguridad del suministro, ni de la correcta coordinación del sistema de producción y de la red de transporte.
Además, alerta de que el operador no ha hecho referencia a las oscilaciones que se produjeron días antes del gran apagón e incluso horas antes del blackout, ni a los informes de la propia REE, que ya desde hace años venían alertando de la pérdida de seguridad de suministro debido a la falta de energías síncronas en el sistema y de la pérdida de tensión.
El operador único y exclusivo tiene todas las herramientas necesarias para alterar y gestionar el mix energético, como de hecho viene haciendo desde el apagón, cuyos costes están pagando ya los consumidores españoles debido a la mayor introducción de gas en el sistema con el consiguiente aumento de las emisiones.
Asimismo, es importante que se explique el funcionamiento de la interconexión con Francia y que ENTSO-e sitúa como uno de los orígenes del problema. El día 22, en el que también se produjeron fuertes oscilaciones con afecciones en el suministro nacional, REE decidió gestionarla de forma distinta al día 28, evitando así un posible apagón.
Comportamiento ejemplar
Además, la eléctrica sostiene que el comportamiento de su personal y todos activos de generación fue intachable antes, durante y después del incidente, y mantiene su compromiso de adoptar las medidas legales necesarias en defensa de sus derechos y los de sus clientes.
En este sentido, indica que se activaron los distintos comités de emergencia, con presencia continuada las 24 horas del día, de más de 900 empleados encargados de la operación de las cerca de 400 centrales de generación y centros de control, y de los más de 1.000 empleados de distribución en distintas instalaciones.
A partir de ese momento, se fueron siguiendo las instrucciones del Operador del Sistema (REE) en el proceso dirigido por esta entidad para ir incorporando paulatinamente la generación y la demanda en la misma medida.
A lo largo de su extensa trayectoria, Iberdrola ha venido demostrando su buen hacer en la prestación de este servicio esencial que, de ninguna manera, pueda verse empañado ahora por un señalamiento infundado y malintencionado.
naughty
18/06/2025