Iberdrola obtuvo un beneficio neto récord de 3.014,1 millones de euros en 2018, con un incremento del 7,5% con respecto al ejercicio anterior, según ha informado la compañía este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la energética se situó a cierre de 2018 en los 9.349 millones de euros, con un crecimiento del 27,7% frente al año anterior, gracias al bueno comportamiento de todos los negocios, cuyos resultados crecen a doble dígito. El 77% de este importe procedió de áreas reguladas o con contratos a largo plazo, en línea con el enfoque estratégico del grupo.
De esta manera, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán pulverizó sus objetivos para 2018 de un Ebitda superior a los 9.000 millones de euros y un beneficio neto de 3.000 millones de euros.
Galán destacó que el beneficio neto obtenido "permite adelantar en un año el cumplimiento de los objetivos para el período 2018-2022" y subrayó que "pone de manifiesto el éxito de un modelo sostenible y nos anima a seguir trabajando por la transición hacia una economía baja en carbono". "La lucha contra el cambio climático es una oportunidad", añadió.
PERSPECTIVAS PARA 2019
Para este 2019, la compañía indicó que el mayor peso de los activos regulados de redes, la nueva capacidad instalada y las mejoras en la eficiencia le permiten "esperar un incremento de 'mid single digit' para 2019, tanto a nivel de beneficio neto como de Ebitda".
El grupo señaló que este resultado se vio impulsado por las inversiones de cerca de 200.000 millones de euros realizadas en los últimos cuatro años, de las cuales 5.320 millones de euros correspondieron al ejercicio pasado, la expansión internacional, la normalización de las condiciones operativas en España y la buena marcha de todos los negocios.
Así, Iberdrola compensó el impacto negativo de la evolución del tipo de cambio (-363 millones de euros) y los menores extraordinarios registrados en el ejercicio, en comparación con el año anterior.
Los ingresos del grupo en 2018 alcanzaron los 35.075,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,2% respecto a 2017. El margen bruto también mejora, hasta alcanzar los 15.435,1 millones de euros, un 15,5% más que en el ejercicio anterior.
Por su parte, el flujo de caja operativo alcanzó los 7.328,4 millones de euros en 2018, un 13,1% más, con lo que el grupo continúa así mejorando sus ratios crediticios. La relación entre deuda neta, que se sitúa en 34.149 millones de euros al cierre del ejercicio, y Ebitda es de 3,65 veces, mientras que el ratio flujo de caja sobre deuda neta queda fijado en el 21,5%, cumpliendo así los objetivos marcados para el cierre de 2018.
BENEFICIO DE LAS FILIALES
Mientras, Neoenergia, la filial brasileña del grupo que se consolida al 100% en sus cuentas desde el segundo semestre de 2018, registró un beneficio neto de 1.536 millones de reales brasileños (unos 364 millones de euros), un 278% más.
En Estados Unidos, la filial Avangrid, que cotiza en la Bolsa de Nueva York y de la que Iberdrola posee un 81,5%, ha obtenido un beneficio neto de 684 millones de dólares (unos 603 millones de euros) durante el ejercicio.
Por otra parte, la compañía tiene en construcción 6.606 megavatios (MW) renovables (1.514 MW de capacidad eólica marina, 2.548 MW eólicos terrestres, 628 MW de tecnología solar y 1.916 MW hidroeléctricos) y 3.508 MW en nuevas plantas de ciclo combinado.
INCREMENTO DEL 7,7% DEL DIVIDENDO
En lo que respecta a la retribución al accionista, el beneficio obtenido en 2018 permite al grupo cumplir su compromiso de incrementar el dividendo en línea con sus resultados. Así, el dividendo a cargo del pasado ejercicio se situará en 0,351 euros brutos por acción, un 7,7% más que el abonado en 2017.
Este importe se obtiene de la suma del dividendo a cuenta de 2018 ya pagado el pasado 5 de febrero -0,151 euros brutos por acción- más 0,20 euros brutos por acción de dividendo complementario que se abonarán en el mes de julio, si así lo aprueba la próxima junta general de accionistas de Iberdrola convocada para el próximo 29 de marzo.
El consejo de administración de Iberdrola, además, ha aprobado también una nueva edición del programa de recompra de acciones para su posterior amortización, con lo que se anula el efecto dilutivo derivado de los programas de dividendo flexible y se mantiene el número de títulos de la Sociedad en 6.240 millones.
Mientras, las compras del grupo, excluyendo los aprovisionamientos energéticos, alcanzaron los 8.000 millones de euros a miles de suministradores en 2018, siendo un 85% empresas locales.
En lo que respecta a la plantilla, tras incorporar a más de 1.600 profesionales en el ejercicio, supera las 34.000 personas -el 99% con contratos indefinidos- y genera un total de 425.000 puestos de trabajo.
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