Saltó la sorpresa este fin de semana en Escocia. El sí se ponía por delante en las encuestas sobre el referéndum independentista de Escocia que se celebrará el próximo 18 de septiembre. Tanto el Gobierno de Reino Unido como los principales mercados no daban crédito. La libra esterlina se ha desplomado. El miedo a la independencia reina en la Gran Bretaña. Y también en las empresas que allí invierten.
Una de las compañías españolas con más inversiones en Escocia es Iberdrola. En 2007 adquirió Scottish Power, y desde ese momento, sus inversiones no han cesado, incluso han aumentado vertiginosamente. La exposición de Iberdrola en Escocia es alta, al igual que la preocupación de Ignacio Sánchez Galán. El presidente del grupo energético prefiere esperar a los resultados antes que pronunciarse al respecto, pero desde que se conoció la noticia de que el sí ganaría en el referéndum, el rostro es otro.
Encima, las casas de bolsa también han acentuado en sus recomendaciones sobre la eléctrica la preocupación de que finalmente salga el sí a la independencia de Escocia. Por ejemplo, Bankinter afirma que "el referéndum de Escocia que se celebrará el próximo 18 de septiembre plantea ciertas dudas en cuanto a la continuidad de los negocios de Iberdrola ya que un hipotético nuevo Gobierno podría decidir cambiar el modelo retributivo para la distribución, fijar nuevos impuestos para la generación y/o cambiar el marco para la comercialización de energía. Además, habría riesgos añadidos si no se permite que Escocia mantenga la libra esterlina como divisa".
"Iberdrola cuenta en Escocia con tres centrales hidroeléctricas, ocho parques eólicos y unos 50.000Km de líneas eléctricas. El hecho de que el “sí” a la independencia se haya situado a la cabeza en las encuestas puede pesar sobre la cotización de Iberdrola durante los próximos días", destaca en un informe. Por si fuera poco, la cotización de la eléctrica se comportó este lunes a la baja. Fue la segunda peor de todo el Ibex 35 con un descenso del 1,13%.
Ahora, habrá una semana de arduas negociaciones entre el Gobierno de Reino Unido y Escocia. Se espera que el Ejecutivo de David Cameron ceda algo más de terreno y dé a los escoceses alguna de las peticiones que demandan. El tiempo dirá. Sólo quedan diez días.
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