¿Impuesto a las energéticas? Las cuatro grandes ya pagan 11.000 millones al año a la Hacienda española

Tras conocerse los resultados financieros del primer trimestre parece haberse reavivado el debate sobre la tributación de las grandes empresas energéticas en España y si debería continuar o no el impuesto extraordinario que el Gobierno impuso en 2023. Sólo las cuatro compañías más grandes del sector aportaron durante el pasado año un total de 10.720 millones de euros a las arcas del Estado.

Durante el año 2023, Iberdrola, bajo la dirección de Ignacio Sánchez Galán, pagó un total de 3.482 millones de euros al Ministerio de Hacienda, encabezado por María Jesús Montero. Por su parte, Endesa, con un 80% de su contribución impositiva hecha en suelo español, desembolsó 3.134 millones de euros de los 3.749 millones totales pagados en impuestos. Repsol, bajo la dirección de Josu Jon Imaz, contribuyó con 1.745 millones de euros de los 10.400 millones reportados en contribución tributaria global, mientras que Naturgy, liderada por Francisco Reynés, aportó 1.359 millones del total de los 2.229 millones de contribución fiscal.

En lo que respecta a lo recaudado por el Gobierno con la aplicación del denominado 'impuestazo', Endesa pagó algo más de 200 millones de euros, una cantidad que según el consejero delegado de la compañía, José Bogas, supone "200 millones menos de inversión, 200 millones menos de incremento de la productividad, 200 millones menos de crecimiento de la economía española". Repsol, por su parte, abonó casi 450 millones de euros, y a diferencia del CEO de Endesa, el CEO de la petrolera se ha mostrado optimista y convencido de que el impuesto "se va a acabar". Naturgy pagó por este gravamen cerca de los 150 millones de euros, mientras que Iberdrola pagó en torno a los 200 millones de euros por este impuesto. En total, más de 1.000 millones de euros de recaudación adicional.

Reformulación

El impuesto extraordinario que el Gobierno español impuso a la banca y a las empresas del sector energético en 2023 está en proceso de reformulación. Según declaraciones de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en una entrevista concedida a Bloomberg el pasado mes de marzo, se espera que el nuevo diseño se presente próximamente.

La ministra Ribera plantea la posibilidad de rediseñar este impuesto como un incentivo para invertir en proyectos de energía en España. Esto surge como respuesta a las quejas expresadas por grandes firmas del sector ante un impuesto que se estableció en un año donde los precios de la energía eran significativamente superiores a los actuales.

El contexto de precios de la energía es ahora muy diferente al que existía cuando se planteó la tasa. Actualmente, los precios oscilan entre cero e incluso negativos, contrastando con los más de 500 euros que se llegaron a pagar en el año 2022. El impuesto se estableció para los años 2023 y 2024, con una tasa del 1,2% sobre los ingresos de las grandes firmas energéticas. La ministra Ribera ya había planteado en diciembre la posibilidad de reformular el impuesto, reconociendo que el contexto de precios no era el mismo que existía cuando se planteó la tasa inicialmente.

Así, según explicó Ribera, se está considerando un nuevo sistema que permitirá a las empresas invertir parte de sus beneficios o contribuir con impuestos. En sus palabras, están tratando de convertir esta contribución extraordinaria, que venía de los beneficios caídos del cielo, en algo que pueda incentivar las nuevas inversiones en energía. Según sus cálculos, España necesitará alrededor de 30.000 millones de euros en inversiones en energía para afrontar los desafíos actuales y futuros.