Esta interrumpibilidad consiste en el compromiso de los grandes consumidores de electricidad de suspender su actividad en momentos en los que el sistema eléctrico se encuentra saturado.
Pese a que esta saturación apenas se produce en la actualidad, el sistema eléctrico, a través de los consumidores y, a partir de ahora también de las tecnologías poco gestionables, ha venido pagando unos 750 millones de euros al año por este servicio.
Industria quiere reducir el coste a unos 500 millones y, por este motivo, ha lanzado el nuevo mecanismo de subastas, cuyas reglas de procedimiento aparecen detalladas en el BOE de este viernes, a través de una resolución del Ministerio de Industria.
Procedimiento competitivo
La resolución establece un procedimiento competitivo entre los grandes consumidores, de modo que los que ofrezcan precios más económicos por el coste del megavatio interrumpible accederán a la prestación del servicio.
En las pujas se subastarán dos tipos de productos, que se denominarán producto de 5 MW y producto de 90 MW. Cada uno de los bloques de producto de 5 MW o 90 MW que se pretenda adjudicar será subastado por el administrador en una subasta de precio descendente en una serie de rondas, bajo supervisión de la CNMC.
Además, la Secretaría de Estado de Energía fijará en una resolución el requerimiento máximo total de potencia interrumpible y el número de bloques de producto que se adjudicará.
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