Adiós, Gazprom. Bienvenida, Cheniere. La empresa industrial alemana BASF ha encontrado en la norteamericana Cheniere Energy el sustituto principal del gas procedente de Rusia.
Esta no es la única diferencia ya que el gas ya no vendrá por gasoducto sino que lo hará a través de buques metaneros desde el Golfo de México estadounidense. Además, no llegará en forma de gas sino que lo hará en líquido, en GNL, para que luego se regasifique en las terminales flotantes que ha instalado Alemania en los últimos meses.
Se trata del primer gran contrato de GNL de la industria alemana con descarga en territorio germano. Es la primera vez que BASF confía su consumo de gas al GNL norteamericano y no lo ha hecho de manera pequeña sino con uno de lo mayores contratos de GNL de los últimos tiempos.
Según han anunciado las compañías, BASF acordó comprar hasta aproximadamente 0,8 millones de toneladas por año (“mtpa”) de GNL de Cheniere por un precio de compra indexado al precio de Henry Hub, más una tarifa fija de licuefacción.
Está previsto que este gran contrato se inicie en 2026 cuando la terminal de Sabine Pass haya logrado aumentar su capacidad de licuefacción. A partir de ahí el contrato se extenderá durante 17 años, hasta 2043.
Suministro seguro
"Nos complace entablar esta relación a largo plazo con BASF, un líder mundial en la industria química", dijo Anatol Feygin, vicepresidente ejecutivo y director comercial de Cheniere. “Este contrato a largo plazo demuestra el papel fundamental que desempeña el gas natural estadounidense a la hora de proporcionar energía segura, sostenible y asequible a largo plazo para Europa. Con este acuerdo, apoyamos los objetivos de uno de los principales consumidores finales industriales de Europa para garantizar la estabilidad de su cadena de suministro”.
Profesor Pygmalion
30/08/2023