Los coches eléctricos de hoy en día nada tiene que ver con los de hace una década e incluso, si nos apuras, con los de hace un lustro. El avance está siendo imparable y una de las grandes muestras no solo es la carga, sino también el rendimiento y, claro está, la autonomía.
Sin embargo, sacar el máximo partido a cada carga no depende solo de la ficha técnica: los hábitos del conductor y el simple mantenimiento tienen un impacto real en los kilómetros que ofrece un vehículo entre recargas. De ahí que se nos haya ocurrido saber cómo puedes llegar lo más lejos posible con tu coche eléctrico con esta serie de consejos y recomendaciones.
El peso: menos es más
La mayoría de los coches eléctricos son ya pesados (rozan los 2,5 toneladas) por eso es imprescindble no llevar de más. Volkswagen
El peso es el enemigo universal de la eficiencia y esto se puede trasladar igualmente a los eléctricos (aunque sirve para cualquier otro coche). Cada kilo que añadimos, ya sea con equipaje innecesario, accesorios o simplemente por llevar el maletero lleno “por si acaso”, implica que el motor necesita más energía para mover el vehículo. Por eso, el primer consejo básico es sencillo: viajasiempre lo más ligero posible, evitando transportar objetos que no vayas a usar realmente.
Elige rutas eficientes
Es indispensable planificar bien el viaje. K.S.
Los navegadores modernos de un coche eléctrico suelen incluir calculadoras de rutas eficientes. ¿Qué significa esto? No siempre el camino más rápido es el que más autonomía conserva. Optar por trayectos con menos pendientes, evitar las autopistas o circular por vías urbanas a velocidades moderadas puede marcar la diferencia. El tiempo extra muchas veces es compensado por un menor consumo y menor parada para recargar.
Sin mantenimiento, no hay eficiencia
Estar al día en los mantenimientos te puede dar más de una alegría. Porsche
La sencillez mecánica del coche eléctrico (menos piezas en movimiento, ausencia de cambio de aceites o embrague) no implica olvido en el mantenimiento. Elementos como los neumáticos y su presión adecuada, así como el estado general del sistema de suspensión y frenos, afectan directamente al consumo energético. Unos neumáticos en mal estado o baja presión aumentan la resistencia a la rodadura y, aunque parezca irrelevante, pueden restar varios kilómetros por carga.
A diferencia de los coches de combustión, en los eléctricos los sistemas de climatización (calor y frío) recurren directamente a la energía de la batería. El abuso del aire acondicionado en verano o la calefacción en invierno puede reducir la autonomía en más de un 10%. Es recomendable hacer un uso inteligente: ventilar antes de iniciar la marcha, programar la temperatura deseada si el vehículo lo permite, o simplemente recurrir al ventilador siempre que sea suficiente.
Aprovecha la frenada regenerativa
Las levas puede ser tus grandes aliadas. K.S.
La frenada regenerativa transforma el motor en un generador cuando levantamos el pie del acelerador o al frenar suavemente, recuperando parte de la energía cinética para devolverla a la batería. Utilizar de forma habitual la regeneración, anticipando la frenada y evitando frenazos bruscos, suma kilómetros extra al final de la jornada, especialmente en entornos urbanos o con tráfico denso.
Circular de forma agresiva, con acelerones o frenadas constantes, solo eleva el consumo energético y resta autonomía. Mantener una velocidad constante, acelerar suavemente y anticipar la circulación permiten contener el gasto. Circular a menor velocidad, especialmente en vías de velocidad moderada, optimiza el rendimiento de las baterías y puede sumar decenas de kilómetros en viajes largos.
Cuida la batería, piensa a largo plazo
No es necesario cargar al 100% a diario. Depositphotos
El estado de la batería determina la autonomía real a medio y largo plazo. Evitar cargar de forma habitual al 100%, recurrir a cargas rápidas solo cuando sea necesario y mantener un rango de carga del 20 al 80% es la mejor estrategia para preservar la salud de la batería. Además, proteger el vehículo de temperaturas extremas (especialmente el calor) ayuda a reducir el desgaste y consigue que la autonomía permanezca estable con el paso de los años.
Monitoriza tu consumo
Los coches eléctricos cuentan con ordenadores de a bordo muy completos. Saber leer los datos, interpretar los consumos por trayecto y entender cómo responde el coche ante distintos estilos de conducción es clave para optimizar el gasto. La autonomía “restante” es solo una estimación y puede variar drásticamente según las condiciones, la carga, la temperatura o el uso previo del climatizador.
Aprende a usar el “modo ECO”
No abuses del modo Sport. K.S.
Hoy la mayoría de modelos eléctricos traen varias configuraciones que ajustan la potencia del motor, la sensibilidad del acelerador y la climatización. El modo ECO no es solo marketing: usarlo en ciudad o circulando a baja velocidad permite reducir el gasto y aumenta la autonomía disponible, aunque se pierda un poco de respuesta al pisar el acelerador.
Respondemos dudas y echamos por tierra mitos
Es fácil entrar en la rutina y no hacer caso a las recomendaciones. Depositphotos
¿Las cifras de autonomía oficiales reflejan la realidad? No del todo: se calculan en laboratorio, con condiciones óptimas, sin cargas y en conducciones suaves. En el día a día, todo influye (temperatura, tipo de trayecto, estilo de conducción y uso de accesorios), así que conviene ser realista y conocer la autonomía habitual en nuestras rutas.
¿Todos los modelos pierden autonomía igual? No: factores tecnológicos, capacidad útil de la batería, software de gestión y antigüedad influyen en el resultado final. Hay modelos que pueden superar ampliamente los 500 o 600 km en condiciones ideales, pero es común obtener menos en la práctica.
En definitiva, mejorar la autonomía real de un coche eléctrico no depende solo de la tecnología o el modelo elegido. La diferencia entre llegar o quedarse corto muchas veces la marca el comportamiento del usuario: planificar rutas, aprovechar la tecnología de regeneración, hacer un mantenimiento básico y conducir de forma reflexiva. Adoptando estos hábitos, la movilidad eléctrica se convierte en el mejor aliado para el día a día, sumando libertad, eficiencia y cero emisiones incluso para los usuarios más exigentes.
Buen articulo recordando la optimización de la energía.
Interesa volver a escribir sobre la importancia de la carga, desde los diferentes tipos, divulgando las opciones más baratas.
Si mejoramos las baterías y su carga, la evolución del VE será mucho más rápida.
También hay que recordar que los vehículos que hacen más km. diarios son los que tienen que tener prioridad en estacionamiento, cargas, ayudas públicas, etc.
Miguel A. A
26/11/2025
El mejor truco para aumentar la autonomía de un coche eléctrico es: disminuir le velocidad.
La diferencia de autonomía de un coche eléctrico de ir a 90 km/h a 120 es muy grande, y a velocidades superiores se merienda la batería.
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Verde Claro
20/11/2025