Desde la crisis energética, los precios de la electricidad en los Países Bajos se han vuelto casi cuatro veces más volátiles, creando un entorno de mercado muy distinto para todos los participantes. Las baterías pueden beneficiarse de esta volatilidad, mientras que los activos solares enfrentan riesgos crecientes debido al aumento de horas con precios negativos.
Un nuevo análisis de sensibilidad de Aurora Energy Research advierte que, si el aumento de la flexibilidad del sistema es más lento de lo esperado, ya sea por el lado de la oferta o la demanda, el número de horas con precios negativos podría más que duplicarse para 2030. Esto supondría un nuevo desafío para la viabilidad económica de los proyectos solares y destaca la flexibilidad del sistema como un factor clave en la aparición de precios negativos.
Momentos de precios altos
El análisis también muestra que, en momentos de precios elevados, las plantas de gas establecerán los precios de la electricidad hasta el 62% del tiempo para 2030, casi el doble que en la actualidad. Esto se debe principalmente a que la generación con gas está reemplazando cada vez más al carbón, el cual Aurora prevé que se eliminará completamente para 2030.
Esto conlleva una conexión aún más fuerte entre los mercados del gas y de la electricidad. Además de los niveles de precios del gas, una mayor generación renovable obliga a las plantas de gas a ajustar su producción más frecuentemente durante el día, lo que contribuye a precios más altos en la tarde, ya que las plantas buscan recuperar los costos de rampas. No obstante, dado que aún queda algo de generación con carbón hasta 2030, un aumento del 13% en el precio del gas solo incrementa los precios base en promedio en 5 €/MWh.
Riesgos y oportunidades
El análisis de Aurora muestra cómo la volatilidad del mercado introduce tanto riesgos como oportunidades para los distintos participantes, y cambia los requisitos para tener éxito en el mercado eléctrico. Para las plantas de gas, esto implica una transición desde operar a altas horas de carga completa hacia generar electricidad principalmente cuando la demanda supera la generación renovable.
Esto plantea la cuestión de si el mercado basado únicamente en la energía sigue proporcionando ingresos suficientes para las centrales de ciclo combinado (CCGT), que necesitan recuperar sus costos fijos en un menor número de horas con precios altos.
Para las renovables, se necesitarán estructuras de financiación más innovadoras o configuraciones de activos como la colocación conjunta con baterías, para poder operar de manera rentable en un mercado más volátil. Según Aurora, las baterías pueden ofrecer una cobertura significativa para una cartera de renovables, ya que se benefician inversamente de una mayor volatilidad del mercado, especialmente en comparación con los activos solares.
"La velocidad con la que se desarrolle la flexibilidad, tanto en el lado de la oferta como de la demanda, determinará la frecuencia de los precios negativos. Si la flexibilidad no logra escalar, el número de horas con precios negativos podría duplicarse hacia 2030, lo que presionará a los activos solares y generará oportunidades para los sistemas de almacenamiento con baterías. Para todos los actores del mercado, incorporar flexibilidad será clave para maximizar el valor", dijo Jesse Hettema, jefe de Países Bajos y Bélgica de Aurora Energy Research
Verde Claro
20/09/2025