Izquierda Unida pretende que el Estado se haga con el 20% del capital de las empresas eléctricas del país. Es decir, quiere volver a atrás, a los años 80 cuando las eléctricas eran públicas. Algo que parece más una broma que una cosa seria. El grupo lo ha llevado a la Comisión de Industria, Energía y Turismo para que se estudie la propuesta. En concreto, Izquierda Unida quiere que el Estado, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), tenga en propiedad una quinta parte del capital de todas las empresas que distribuyen la energía eléctrica en España.
A través de una proposición no de ley registrada en el Congreso y que recoge Europa Press, la formación integrada en el Grupo Parlamentario de Unidos Podemos-En Comú-En Marea insta al Gobierno a modificar la Ley del Sector Eléctrico para equiparar el régimen de propiedad de estas compañías al de Red Eléctrica de España, transportista en el mercado de la electricidad.
Según apunta en su exposición de motivos esta formación política, el 70% de la red de distribución, --"un monopolio natural de importancia estratégica", advierten-- se encuentra en manos de Iberdrola, Gas Natural, Endesa, Viesgo y EDP, que a su vez controlan el 80% de la generación y la comercialización de energía eléctrica.
Pues bien, solo el coste para las arcas de hacerse con el 20% de las tres grandes eléctricas, es decir, Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa, superaría los 15.000 millones de euros según su actual capitalización bursátil.
Si a eso le sumamos lo que debería pagar por el 20% de EDP y Viesgo, la cuantía se podría acercar a los 20.000 millones de euros, una cantidad que a día de hoy es impensable que el Estado se lo pueda permitir.
De ahí, que la idea de IU de nacionalizar las compañías eléctricas sea eso, una mera idea, que es muy loable pero que es imposible de llevar a cabo con las actuales circunstancias económicas que vive el país.
Además de no saber muy bien si en Bruselas verían con muy buenos ojos una operación de este calado.
Joan
17/10/2016