La unidad II de la central nuclear Ascó se desconectó de la red eléctrica durante la pasada madrugada para iniciar las actividades correspondientes a la 26ª recarga de combustible de la central.
Los trabajos empiezan con el necesario refuerzo de las medidas de prevención y protección ya establecidas para hacer frente al riesgo de contagio por Covid-19, con el doble objetivo de preservar la salud de las personas y la seguridad durante la parada.
Cerca de 900 profesionales, mayoritariamente de procedencia local, se incorporarán en diferentes etapas de la recarga para llevar a cabo, junto a la organización de ANAV y empresas colaboradoras, las actividades programadas.
Tal como sucedió en primavera durante la recarga de la Unidad I de la central, el contexto de pandemia ha llevado a ANAV a analizar de manera muy específica las acciones planificadas para hacer compatible el estricto cumplimiento de todas las medidas de prevención establecidas con la ejecución de todas las tareas necesarias para garantizar un próximo ciclo de operación seguro.
Entre los proyectos relevantes de esta 26ª recarga de combustible, cabe mencionar, además de la renovación de 64 de los 157 elementos que conforman el núcleo del reactor, la implantación definitiva del nuevo sistema de manejo del combustible, la inspección visual y limpieza exterior de la vasija del reactor, el escaneado digital del edificio de contención, la sustitución del motor de una de las bombas de refrigeración del reactor, la prueba del sistema de rociado de la contención y, en la parte eléctrica de la instalación, la inspección parcial del alternador principal y la revisión completa de la excitatriz.
En conjunto, se llevarán a cabo 8.000 órdenes de trabajo y se implantarán 20 modificaciones de diseño físicas y 9 modificaciones de diseño de software con el objetivo de preparar a la planta para el próximo ciclo y para una operación a largo plazo segura y fiable.
Para acometer la recarga, se intensifican las medidas de prevención ya implantadas desde el inicio de esta crisis sanitaria, tanto en CN Ascó como en CN Vandellós II, para preservar la salud de las personas que trabajan en estas instalaciones y garantizar la operación segura y fiable de las plantas.
En este sentido, durante la recarga de CN Ascó II, se establecen algunas medidas específicas para trabajos en espacios reducidos, se refuerza la vigilancia en accesos y se establecen turnos de trabajo escalonados para evitar la concentración simultánea de personas durante la recarga. Además, se van a realizar las pruebas necesarias para evitar que puedan acceder a la central casos positivos por Covid-19.
Una vez finalizados los trabajos correspondientes a esta recarga de combustible, Ascó II volverá a sincronizarse a la red para continuar con su función como infraestructura crítica de servicios esenciales en la garantía del suministro de un bien tan imprescindible para la sociedad como es la energía eléctrica.
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