La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha acusado a la Xunta de Galicia de "manipular" sobre el vaciado de los embalses y ha insistido en que "tenía conocimiento por la empresa concesionaria del anuncio de bajada del caudal".
Así lo indica la CHMS en un comunicado en el que critica el "cúmulo de despropósitos y afirmaciones incorrectas" de la Xunta sobre la bajada de nivel en cuatro embalses de esa cuenca que han llevado al Gobierno autonómico a abrir un expediente sancionador.
En opinión de ese organismo de gestión la cuenta hidrográfica, la Xunta trata de "trasladar las responsabilidades por el impacto medioambiental a la Confederación".
En primer lugar, la CHMS cuestiona los diferentes "cambios de criterio" en las últimas semanas de la Xunta, que inicialmente aseguró que "nadie les había avisado".
Posteriormente, la Consellería de Medio Ambiente cambió su versión "cuando aparecieron las notificaciones" y, finalmente, aludió a una "supuesta connivencia de la Confederación con las concesionarias".
Para la CHMS, "es incuestionable que la Xunta de Galicia tuvo conocimiento por la empresa del anuncio de baja del nivel de los embalses de Cenza y Portas".
Añade que el 10 y el 12 de julio hubo comunicaciones al respecto y precisa que la Consellería de Medio Ambiente, pese a conocer el vaciado, "no comenzó a visitar los embalses hasta el 20 de agosto como consta en los expedientes sancionadores incoados por la Administración autonómica".
Además, indica que la CHMS "no tiene competencia ninguna" para evitar la bajada del caudal de los embalses, a menos que "afecten a las normas de explotaciones" y, puntualiza que el Gobierno gallego "no precisa de comunicación ni denuncia para actuar de oficio".
En ese sentido, cuestiona que la Xunta estuviese "más de 70 días sin hacer nada" y señala que los primeros expedientes sancionadores se produjeron en septiembre.
Finalmente, la CHMS rechaza una supuesta connivencia con las empresas concesionarias de la explotación de esos embalses para generar energía y acusa a la Xunta de "utilizar el agua y el medio ambiente como arma de confrontación política".
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