La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto que sean las compañías eléctricas y no los consumidores quienes asuman las pérdidas de suministro eléctrico que cada año registra la red española, estimadas en 150 millones de euros anuales, y que en su mayor parte vienen generadas por la comisión de fraudes en las conexiones.
La CNMC ha propuesto una serie de medidas para reducir el fraude en el sistema eléctrico, entre ellas homogeneizar la actuación de los distintos agentes, armonizar los criterios estatales y autonómicos, y revisar los incentivos actuales a las distribuidoras.
Según la CNMC, el fraude eléctrico -que incluye conductas irregulares como conexiones directas a la red y manipulación de contadores- ha aumentado sensiblemente en los últimos años, lo que perjudica en última instancia a los consumidores.
El informe, titulado "Alternativas de Regulación en Materia de Reducción de Pérdidas y Tratamiento del Fraude en el Suministro Eléctrico", señala que la normativa actual es imprecisa en los plazos y las responsabilidades de cada uno de los agentes que intervienen en la detección y el tratamiento de este fenómeno. Por ello, apuesta por homogeneizar sus actuaciones para proteger mejor a los consumidores.
Desde 2009, se ha producido un deterioro progresivo de las pérdidas del sistema, lo que se ha traducido en una mayor diferencia entre la energía eléctrica generada y la consumida.
Una parte de esta diferencia responde a distintos tipos de fraude, principalmente conexiones directas a la red y manipulación de equipos de medida y control.
La CNMC advierte de que la energía defraudada supone un mayor coste para los consumidores, que son los que sufragan los costes que el fraude provoca en el sistema.
El informe aboga por fomentar una acción conjunta y armonizada por parte de las Administraciones que elimine la disparidad de criterios a nivel autonómico y estatal.
En 2013, se introdujo un nuevo incentivo a las empresas distribuidoras para lograr una disminución del fraude al ser las titulares de las redes las encargadas de las lecturas de los contadores.
Sin embargo, a la vista del aumento de las pérdidas desde 2009, la CNMC considera necesario revisar este incentivo para aumentar su impacto sobre el distribuidor y hacerlo más sensible a los costes.
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