El cierre de la central térmica de Pasajes el pasado año sirvió para oficializar el fin de la dependencia energética del carbón en la Comunidad Autónoma Vasca, según el informe sobre la energía en Euskadi en 2013 realizado por el Ente Vasco de Energía (EVE). Los derivados del petróleo -básicamente gasóleos y gasolinas-, así como el gas natural se han convertido en los últimos años en las principales fuentes de energía de Euskadi, donde ganan peso las renovables –en particular la biomasa- pese a que solo aportan el 7,2% de las necesidades energéticas totales, por debajo de la media española, que llega al 11%.
Pese a la caída del consumo energético en los años de la crisis, la factura que los ciudadanos vascos pagan por la energía a nivel residencial ha aumentado un 59% en los seis últimos años al pasar de 267 euros por habitante en 2007 a los 412 euros en el pasado año.
El informe del EVE, entidad dependiente del Gobierno Vasco, muestra el notable cambio que se ha producido en el mix de energías consumidas en Euskadi en los últimos 30 años. Así, además de ver caer a prácticamente a cero el consumo de carbón también se ha notado una menor dependencia de los derivados del petróleo gracias a contar con un consumo más diversificado. En el caso concreto del carbón su uso se redujo el pasado año un 85% gracias al cierre de la central de Pasajes, lo que hace que prácticamente haya desaparecido (se sitúa en el 0,8% del total de la energía consumida) salvo para usos industriales muy concretos que lo precisan como materia prima para la producción.
Ascenso de gas y renovables
La gran apuesta energética vasca del siglo XXI ha sido el gas natural. Este combustible es más limpio y eficiente térmicamente que otros derivados del petróleo como el fuel. Y el esfuerzo inversor realizado en esta área por las diferentes compañías ha sido notable con la puesta en marcha, entre otras, de tres centrales de ciclo combinado a gas natural y una planta regasificadora.
Actualmente el gas natural representa el 38,1% de la demanda de energía del País Vasco, y el petróleo y sus derivados -gasóleos y gasolinas- suponen el 41,2%. La energía eléctrica importada del resto del Estado español representa el 12,4% y las energías renovables el 7,2% de la energía consumida.
Las energías renovables abastecen el 7,2% de la demanda energética total vasca y el 7,5% del consumo final, según los criterios de la Directiva 2009/28 de la Comisión Europea. El mayor aprovechamiento se obtiene de la biomasa con un 57% del total, seguido de los biocarburantes con un 23%, la hidroeléctrica con un 11% y la eólica con un 6,6%. La energía solar produce el 1,7% del total del aprovechamiento renovable.
La generación eléctrica mediante renovables creció un 20% en 2013, gracias a la abundancia de precipitaciones registradas en el año. La mayor demanda directa de energía renovable corresponde a la industria, y más concretamente al sector papelero. Bizkaia consume el 50% de las energías renovables aprovechadas en Euskadi.
Los efectos de la crisis económica que estalló en 2008 se han notado también en la demanda energética, que todavía el pasado año se mantuvo a la baja. En 2013 el consumo de electricidad se redujo un 2% y el de gas natural, un 8,2%.
Si se analiza la demanda energética por sectores, se constata que en el último ejercicio la reducción ha sido casi generalizada en todos ellos. Los recortes llegaron al 3,1% en la industria, cifra similar de reducción en los hogares pero el consumo aún cayó más, un 4%, en servicios. El transporte fue el único sector que consumió más energía, un 1,3%. Ello permitió que la demanda de derivados de petróleo volviese a crecer un 1,9%.
Aunque la crisis ha reducido el peso de la industria en el conjunto del Producto Interior Bruto (PIB) vasco, el sector industrial sigue siendo en el País Vasco el que más energía demanda con el 41% del total, seguido del transporte -el camión sigue siendo básico-, que consumió un 36%.
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