Acelerar la transición hacia energías sostenibles de producción mayoritariamente doméstica, como la eólica y la solar, es la única forma de garantizar realmente la seguridad energética en Europa, afirmó el Consejo Asesor Científico de las Academias Europeas (EASAC).
La mayor inseguridad de Europa se deriva de su dependencia de los combustibles fósiles importados -principalmente petróleo y gas-, lo que expone al continente al chantaje geopolítico y lo hace económicamente vulnerable, señala en un comunicado la red formada por las academias nacionales de ciencias de los países europeos.
Un nuevo informe de los asesores científicos subraya la necesidad de hacer frente a las crecientes amenazas a la seguridad energética, como el peligro de nuevas dependencias a medida que la UE vaya eliminando las importaciones rusas de energía. Recomienda eliminar progresivamente los combustibles fósiles y ampliar las energías sostenibles de producción nacional. Entre ellas figuran la electricidad de origen hidroeléctrico, eólico, fotovoltaico, de biomasa sostenible, nuclear y, en menor medida, geotérmico, así como combustibles alternativos como el hidrógeno y carburantes sostenibles como el biodiésel.
Los científicos también recomiendan reforzar las infraestructuras eléctricas, el respaldo estatal a las inversiones en seguridad energética que el mercado no desencadena y una mayor integración de los mercados energéticos europeos entre sí.
Invertir en seguridad
"El Green Deal, seguido del reciente Clean Industrial Deal, son las mejores armas de Europa en la lucha por proteger su soberanía. La energía producida por la eólica y la solar no tiene por qué importarse", afirmó la investigadora finlandesa Paula Kivimaa, copresidenta del grupo de trabajo de la EASAC sobre la seguridad del suministro energético sostenible. "Cada inversión en energía sostenible es una inversión en nuestra seguridad. Por el contrario, cada euro que gastamos en importar energía es un euro que perdemos de nuestras capacidades de defensa".
La Unión Europea se ha fijado el objetivo de emisiones netas cero para 2050 y está impulsando la transición energética en esa dirección. La capacidad eléctrica eólica y solar está aumentando rápidamente a medida que se eliminan los combustibles fósiles.
Al mismo tiempo, la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania y la consiguiente militarización del suministro han convertido la seguridad energética en una cuestión clave para la UE. El bloque está trabajando internamente para aumentar los métodos de producción con bajas emisiones y tratando de encontrar formas de diversificar las importaciones.
Según un reciente informe del Instituto de Economía Mundial (IfW Kiel), Europa podría reducir su gasto en seguridad y defensa si redujera su dependencia de los combustibles fósiles, privando así a Rusia de los fondos procedentes de las exportaciones de petróleo, fundamentales para financiar la maquinaria bélica de Vladimir Putin.
galan
09/04/2025