La financiación bancaria de las tecnologías de suministro energético con bajas emisiones de carbono alcanzó el 95% de la destinada a los combustibles fósiles en 2023, lo que significa que por cada dólar que se destinó al petróleo, el gas natural y el carbón, 95 céntimos fueron a parar a energías como la eólica y la solar, según la última evaluación de esos flujos realizada por BloombergNEF.
Este es el resultado de la tercera evaluación anual de esos flujos, teniendo en cuenta tanto las inversiones realizadas por las empresas energéticas como la financiación facilitada por los bancos. A pesar de la mejora, la proporción no está evolucionando al ritmo necesario para alcanzar el nivel de 4:1 requerido esta década según los escenarios comúnmente referenciados para limitar el cambio climático a 1,5C.
La inversión en energías bajas en carbono superó por primera vez a la de los combustibles fósiles. La inversión en economía real aumentó de 2,1 billones de dólares en 2022 a 2,3 billones en 2023, lo que hace que la proporción sea de 1,11:1.
La financiación facilitada por los bancos para los combustibles fósiles disminuyó. Esto llevó a un aumento en 2023 del Ratio Bancario de Suministro de Energía, o ESBR, que pasó de 0,79:1 en 2022 a 0,95:1 en 2023. Los cambios en la forma de medir la financiación y las lagunas de datos en China explican parte del aumento del ratio. Pero también refleja una transición activa en el sistema energético. La financiación bancaria total cayó un 10,5%, hasta 1,7 billones de dólares. Dentro de esa suma, la financiación de los combustibles fósiles cayó un 18%, hasta 869.000 millones de dólares, mientras que la de las bajas emisiones de carbono retrocedió sólo un 2,5%, hasta 822.000 millones.
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