Hasta ahora la industria del fracking ha aguantado el pulso a Arabia Saudí, pero las fuerzas ya no son las mismas. Con el petróleo a 35 dólares las dificultades para subsistir son máximas. No es lo mismo 35 dólares, o los 30 dólares que se prevé que se sitúe en 2016, a los 60 dólares con los que el precio del barril ha estado buena parte de este 2015.
La herida, a pesar de los esfuerzos por recortar gastos, no ha sido cortada del todo y sigue saliendo sangre. No a borbotones, pero sigue derramando a buen ritmo. La estrategia de Arabia Saudí ha dado resultado. El fracking está herido de muerte. Lo que nadie sabe es qué sucederá en el futuro porque nunca esta industria se ha enfrentado a precios del crudo tan bajos. Algunos expertos creen que es imposible que se mantenga mucho más tiempo.
"Las empresas perforadoras no están preparadas para aguantar un precio del petróleo a 30 dólares", ha dicho R.T. Dukes, analista jefe de Wood Mackenzie a la agencia Bloomberg. "Un petróleo a 35 dólares sin duda acelerará la crisis de estas compañías", asegura Jeff Jones, director de Blackhill Partners.
El panorama no puede pintar peor. Empresas como Samson Resources Corp. y Magnum Hunter Resources Corp. ya se han declarado en bancarrota. Cerca de 99.000 millones de dólares en valor nominal de los bonos de energía de alto rendimiento están negociando a precios en dificultades, según el analista de Bloomberg Intelligence, Spencer Cutter. Pero eso no es todo. El BofA Merrill Lynch U.S. High Yield Energy Index ha renunciado a la casi totalidad de su rentabilidad desde el año 2001.
"Usted va a ver un repunte en declaraciones de quiebra, un repunte en las ventas de activos en dificultades y un repunte en los intercambios de deuda en dificultades", aseguró Jones a Bloomberg.
Fuerte caída de la producción
La guerra del petróleo está teniendo consecuencias nefastas para la industria del fracking de EEUU. Hasta ahora habían podido aguantar. Con el petróleo a 60 dólares, las empresas se pusieron manos a la obra y redujeron costes y gastos hasta límites insospechados. Llegaron a aumentar la producción con la mitad de recursos. Casi un milagro. Todo por aguantar el pulso al Rey Midas del oro negro, Arabia Saudí.
Pero ahora las previsiones auguran un futuro más que complicado a la industria del shale. La Agencia Norteamericana de la Energía ha reducido los niveles de producción de petróleo para 2016 en más de medio millón de barriles diarios. Esto es lo que buscaba Arabia Saudí, que los grandes productores no OPEP como EEUU y Rusia reduzcan sus niveles de producción y así dar salida a su petróleo.
Pero, ¿esto significa que EEUU ha perdido la guerra del petróleo? Más que la guerra, habría perdido una importante batalla. El fracking está herido, pero no está muerto. Muchas empresas perforadoras han parado las máquinas. Están en graves situación financieras, pero ahora no les queda más remedio que esperar que el precio vuelva a subir un poco para regresar a la actividad.
No son los únicos con problemas
La guerra entre los productores de petróleo no solo repercute a EEUU y su industria del shale oil. Todos se ven afectados. Hasta Arabia Saudí, que ha tenido que tomar medidas para reducir el altísimo déficit en que ha incurrido por culpa del precio del oro negro. En Venezuela ya no saben qué hacer. En Rusia están con gravísimos problemas financieros. Noruega está que se sube por las paredes tras dejar de obtener los ingresos que hacía antes y la hucha del fondo de pensiones está cayendo a niveles no vistos en décadas.
La repercusión del petróleo barato es más trágica de lo que parece. La gente al final se queda con que paga menos a la hora de rellenar el tanque de combustible del coche, pero la situación financiera de muchos países se está yendo al traste. Aunque a decir verdad, otros países dependientes del petróleo, como es el caso de España, se benefician de situaciones así.
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