Luchar contra el cambio climático no solo es tarea del sector energético. También de la industria, que tiene que hacer sus aportaciones si se quiere conseguir limitar a 1,5ºC el calentamiento del planeta. Producir bienes básicos como el cemento, el hierro o el acero, el papel, el aluminio así como productos químicos y petroquímicos, entre otros, supone una considerable emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
De hecho, la industria es uno de los principales responsables, ya que representa aproximadamente el 25% de las emisiones globales de CO2 y alrededor del 16% de los gases de efecto invernadero en la Unión Europea.
La industria europea debe buscar la neutralidad climática y es una cuestión que está actualmente en el centro de los debates de la Unión Europea. Es cierto que los materiales bajos en carbono son significativamente más caros de producir (los costes estimados son hasta un 115% más altos que con los métodos de producción actuales), pero hay que tomar la iniciativa para iniciar el cambio hacia una producción más sostenible.
Según The Climate Friendly Material Platform, una plataforma integrada por varios centros de investigación europeos, como DIW, ClimateStrategies o el Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontifica Comillas, el entusiasmo de la industria por modernizarse no es suficiente para cumplir los compromisos europeos en virtud del Acuerdo de París. Tampoco los fondos de innovación o el precio del carbono por sí solos pueden transformar el mercado con la escala y la velocidad necesarias.
Faltan incentivos. La industria y los inversores requieren y exigen un marco de políticas integrado, coherente e integral para apoyar la creación de mercados para el sector industrial que ayuden a la lucha contra el cambio climático y desalienten la producción intensivos en gases contaminantes.
The Climate Friendly Material Platform ha presentado el informe Building blocks for a climate- neutral European industrial sector en el que proponen el siguiente paquete para fortalecer la política existente e integrar nuevas opciones:
1.- Que se contribuya a la lucha contra el cambio climático bajo un esquema como el comercio de emisiones ETS de la UE. Es una alternativa al impuesto límite sobre las emisiones de CO2 propuesto por Bruselas. El incentivo es gravar los materiales cuyo proceso sea muy contaminante y promover el uso de materiales respetuosos con el clima, facilitar la financiación de los procesos de producción con bajas emisiones de carbono, y una fiscalidad efectiva de las emisiones.
2.- También la Contribución Climática podría ser una alternativa a los impuestos fronterizos propuestos recientemente por la presidenta entrante de la Comisión Europea, von der Leyen, ya que esta herramienta política no ha encontrado apoyo en anteriores discusiones sobre la protección de la industria europea. Este concepto significa que se crearían incentivos para elegir y utilizar materiales sostenibles, alineando el precio efectivo del carbono con la protección de la fuga de empresas. Además sería socialmente justo, ya que ofrecería la posibilidad de reembolsar ese coste a los ciudadanos directamente.
3.- Contratos PPAs con renovables, que crearían mercados líderes para procesos y materiales innovadores de producción baja en carbono a escala nacional y europea. Estos contratos de compra venta con parques renovables asegurarían la inversión y darían certeza frente a los riesgos regulatorios por un lado, es decir, los cambios en el diseño del mercado de energía, y salvarían los fallos que tiene el mercado eléctrico al limitan el papel de los PPAs para mitigar los riesgos del precio de la electricidad.
4.- También se podrían realizar estos mismos contratos PPAs pero con las Administraciones, ya que obligaría a las autoridades locales, regionales y nacionales a impulsar en las licitaciones públicas las infraestructuras o las construcciones de edificios más sostenibles. De esta manera, se podrían crear mercados líderes en bajas emisiones de carbono.
5.- Por último, el informe propone incorporar el concepto de ‘Product Carbon Requirements’, es decir, que se prohiba efectivamente que los productos que incorporen materiales producidos en procesos intensivos en carbono se vendan en Europa. Una vez que se disponga de suficientes alternativas respetuosas con el clima, se acelerará la incorporación al mercado de materiales y procesos sostenibles. Esta herramienta no está pensada para su implementación inmediata. En cambio, el desarrollo oportuno de esquemas de etiquetado apropiados puede preparar el terreno y demostrar la voluntad política de proceder con su implementación futura.
Juntas, estas políticas:
– Promueven que la industria busque alternativas innovadoras para transformar el sistema de producción e inversiones para la producción y el uso de materiales con neutralidad climática. Por lo tanto, aceleran la comercialización de tecnologías innovadoras respetuosas con el clima y crean negocios para procesos industriales climáticamente neutros.
– Contribuyen a una transición industrial justa evitando la deslocalización de la producción y de los empleos a otras regiones que actualmente pueden implementar políticas climáticas menos estrictas. Por lo tanto, proporcionan una alternativa pragmática a los ajustes fronterizos de carbono que se discute actualmente a nivel de la UE.
Los autores sostienen que las políticas sugeridas deben considerarse con urgencia no solo en la UE sino también en cada estado miembro. Parecen particularmente oportunos para algunos países como Suecia, Holanda, España, Reino Unido y Alemania, ya que actualmente están discutiendo estrategias para descarbonizar sus industrias pesadas.
La futura presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya ha dicho que uno de los pilares de su mandato es un New Green Deal europeo y por tanto, se debe debatir la estrategia industrial para que forme parte de ese acuerdo, y que sea además similar en todos los Estados miembros.
Básicamente, el objetivo está claro: producción lo más limpia posible, una mayor eficiencia energética y el reciclaje de materiales básicos. La suma puede contribuir a la neutralidad climática. Y las empresas del sector de materiales en Europa están cada vez más comprometidas con la neutralidad de carbono para 2050.
1 comentario
“1,5ºC”; no “ºG”.
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