La industria del fracking está de enhorabuena en España. El Gobierno se ha propuesto impulsar esta tecnología para reducir la dependencia del petróleo en España que alcanza más del 90% y unos 37.000 millones de euros al año.
Para llevar a cabo este cambio, el Ministerio de Industria ha aprobado una reforma de la Ley de Hidrocarburos en la que la principal novedad es que los propietarios del suelo y las administraciones locales (autonomías y ayuntamientos) se verían beneficiados. ¿Cómo? A través de un nuevo impuesto a la producción de hidrocarburos, ya sea gas natural no convencional o petróleo en alta mar.
Durante varios días el Gobierno dejó caer que el impuesto rondaría el 8% pero finalmente adoptó una tasa escalonada dependiendo de las cantidades producidas de hidrocarburos y del tipo de extracción que se realice (fracking, prospección en tierra, en mar) o si es petróleo o gas. Finalmente, una de las más beneficiadas es la tecnología del fracking. El proyecto de ley prevé un impuesto de entre 1% y un 4% para la producción de gas natural no convencional.
"Lógicamente es una tasa importante, que supone un coste adicional al desarrollo de los proyectos. Solo la exploración nos puede confirmar si un proyecto es viable. Con los datos que se obtengan conoceremos a ciencia cierta la cantidad de gas que se puede recuperar y por tanto la viabilidad económica del proyecto. Por tanto, es fundamental comenzar la exploración, porque nos dará las respuestas a todas estas preguntas", asegura David Alameda, director general de Shale Gas España a El Periódico de la Energía.
Para todos
Respecto a la participación de los propietarios del suelo y las comunidades locales en los proyectos de fracking en España, Alameda cree que se trata de una medida que ayudará a la industria a desarrollarse con mayor garantía. "Como principio general consideramos justo que los ciudadanos y especialmente las comunidades locales se beneficien de forma directa de la exploración y producción de gas natural. Estamos ante una oportunidad de desarrollo para todo el país, para conocer nuestros recursos, reducir nuestra dependencia, mejorar nuestra competitividad y crear empleo. Es razonable que los primeros que perciban esos beneficios son quienes viven en las zonas en las que se encuentran los recursos", explica el director de la asociación de empresas del fracking en España.
Vicente Luque Cabal
30/12/2014