La Sociedad Nuclear Española (SNE) quiere demostrar que la energía nuclear es necesaria y segura en España. Para ello, ha presentado la capacidad del parque nuclear nacional como la única capaz de dar estabilidad al sistema eléctrico en situaciones meteorológicas adversas como el temporal que afectó al este peninsular en enero, de contener el recibo de la luz, y de su aportación a la lucha contra el cambio climático, ya que en 2016 aportó el 21,4% de la electricidad.
Durante la rueda de prensa anual con motivo de la 'Jornada de Experiencias Operativas de las centrales nucleares durante el 2016 y expectativas para el 2017', el presidente de la SNE, José Ramón Torralbo, ha defendido la "seguridad" y la "fiabilidad" del parque nuclear español cuyo funcionamiento en 2016 ha calificado de "bueno", ya que ha operado el 91,62 por ciento de las 8.760 horas del año.
Además, ha subrayado que el 60% de la electricidad producida en España a lo largo del año ha sido libre de emisiones de CO2 y que de esta, el 35% se debió a la contribución de la nuclear. En total, ha indicado que esta tecnología evita cada año la emisión a la atmósfera de 40 toneladas de CO2, lo que equivale a la mitad de las emisiones del parque automovilístico. Por ello, ha elogiado la capacidad de contribuir al cumplimiento de los objetivos de España en materia de lucha contra el cambio climático.
Respecto a la seguridad, Torralbo ha garntizado que "las centrales hoy son más seguras que cuando se pusieron en marcha", después de una continua mejora de sus instalaciones, en las que se invierte una media de 40 años anuales por cada central.
Torralbo y también el vicepresidente de la SNE, José Antonio Gago, quien le sucederá en la Presidencia a partir de este jueves, han reclamado la operación a largo plazo de las centrales nucleares "en línea con la tendencia mundial" y han afirmado que la nuclear contribuye a contener el precio del recibo de la luz, a pesar de que según se ha quejado Gago paga "más impuestos que otras tecnologías", por lo que la industria no se siente tratada igual que otro tipo de industrias.
En definitiva, instan a lograr un pacto de Estado de la energía que se base en criterios técnicos y sin motivaciones políticas. "Tiene que haber un debate sobre argumentos, no sobre posicionamientos ideológicos. Abogamos por un Pacto de Estado con numeros encima de la mesa", ha insistido.
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