Las compañías petroleras nacionales (NOC) y los operadores tradicionales del sudeste asiático se están centrando progresivamente en iniciativas energéticas más limpias y respetuosas con el medio ambiente. El análisis de Rystad Energy revela un compromiso constante con estas iniciativas en los próximos años, con inversiones que superarán los 76.000 millones de dólares entre 2023 y 2025. La tendencia al alza continuará, con un desembolso total previsto de 119.000 millones de dólares a finales de 2027. Este gasto se verá impulsado por las inversiones en proyectos eólicos, solares y geotérmicos.
Las compañías petroleras regionales, como la indonesia Pertamina, están ampliando su participación en la geotermia, mientras que Petronas, de Malasia, pretende establecer una presencia notable en el mercado de la captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS). La NOC malasia anunció ambiciosos planes para construir la mayor instalación dedicada del mundo para 2025, buscando activamente asociaciones con entidades internacionales para desbloquear el potencial de los proyectos regionales.
Cuando esté plenamente operativa, la iniciativa tendrá capacidad para capturar 3,3 millones de toneladas anuales (MTPA) de dióxido de carbono (CO2) y almacenar de forma segura el CO2 recogido en los depósitos de la región de Sarawak durante sus 25 años de vida operativa. Aunque no se ha revelado el coste total del proyecto, las estimaciones de Rystad Energy sugieren que podría alcanzar los 260 millones de dólares en 2025.
Del mismo modo, Gentari, filial al cien por cien de Petronas, ha realizado importantes inversiones en energía solar para aprovechar el considerable potencial de energías renovables del país.
“Históricamente, el Sudeste Asiático ha avanzado más lentamente en el desarrollo de proyectos de energías limpias. La colaboración eficaz entre los sectores público y privado resulta crucial para garantizar el crecimiento sostenible a largo plazo de la región. En la actualidad, Asia está dando pasos significativos para priorizar el cambio hacia fuentes de energía más ecológicas, con el apoyo de la renovada atención de las NOC. Este enfoque estratégico será fundamental para impulsar la transición del Sudeste Asiático hacia una energía sostenible”, dijo Afiqah Mohd Ali, analista sénior de la cadena de suministro, Rystad Energy.
Los productores independientes de energía (IPP) lideran el crecimiento ecológico
Pertamina Geothermal Energy (PGE), filial de la NOC indonesia, se sitúa a la cabeza de sus competidores en gasto bajo en carbono. La dedicación de PGE a la expansión de proyectos geotérmicos queda demostrada por sus inversiones de unos 1.600 millones de dólares entre 2023 y 2026, contribuyendo activamente al crecimiento de la capacidad geotérmica de Indonesia. Del mismo modo, Petronas colabora con operadores internacionales, Eni y Euglena, para explorar soluciones de descarbonización junto con su enfoque actual en el proyecto Kasawari CCUS.
En cuanto a la inversión internacional, grandes empresas mundiales como Shell y ExxonMobil están mostrando interés en las perspectivas de bajas emisiones de carbono del Sudeste Asiático, pero sus inversiones inmediatas se han centrado principalmente en Europa y Norteamérica.
Entre 2023 y 2026, Petronas invertirá 450 millones de dólares en proyectos de CCUS y 330 millones en el desarrollo de hidrógeno. La NOC vietnamita PetroVietnam está colaborando con la empresa danesa Orsted y T&T Group para poner en marcha los primeros proyectos eólicos marinos del país. Esta asociación subraya su compromiso con la diversidad de carteras y el desarrollo regional con bajas emisiones de carbono. El proyecto aspira a generar unos 13.665.600 megavatios-hora (MWh) anuales, utilizando turbinas de 20 megavatios (MW) de 150 a 200 metros de altura. La inversión estimada en el proyecto es de entre 11.900 y 13.600 millones de dólares, lo que demuestra su firme dedicación al avance sostenible.
Las empresas de servicios de petróleo y gas siguen el ejemplo****
Los proveedores de servicios de petróleo y gas están adoptando una estrategia dual, aprovechando la demanda inmediata de sus servicios en el sector del petróleo y el gas y, al mismo tiempo, elaborando estrategias para una expansión con bajas emisiones de carbono. A medida que los gobiernos y las instituciones financieras del Sudeste Asiático amplían los incentivos, las empresas de servicios se sienten cada vez más motivadas para participar en empresas con bajas emisiones de carbono. Este respaldo desempeña un papel crucial a la hora de fortalecer la cadena de suministro regional y abordar eficazmente la creciente necesidad de infraestructuras de energías renovables.
En medio de la ambición del Sudeste Asiático de elevar la cuota de energías renovables en su mix de generación de energía hasta al menos el 30% en 2040, las empresas de servicios están dando un paso al frente para afrontar este reto. Las empresas de servicios locales pueden encontrarse con limitaciones a la hora de expandirse hacia las energías renovables, especialmente en términos de capital circulante y experiencia. Los operadores pueden desempeñar un papel crucial prestando apoyo a las empresas de servicios locales para que desarrollen sus carteras en sectores con bajas emisiones de carbono.
Los esfuerzos de transición energética del Sudeste Asiático están impulsados por diferentes países de la región, cada uno de los cuales aprovecha sus ventajas únicas. De 2022 a 2026, Vietnam, Filipinas e Indonesia se perfilan como fuerzas dominantes en el panorama de bajas emisiones de carbono del Sudeste Asiático. El VIII Plan de Desarrollo Energético de Vietnam está orientado a reducir significativamente la dependencia de los combustibles fósiles ampliando la capacidad eólica terrestre y marina.
Filipinas, por su parte, se ha comprometido firmemente a aumentar la proporción de energías renovables en su mix de generación. Este compromiso incluye objetivos ambiciosos: lograr una dependencia del 35% de las energías renovables para 2030 y llegar al 50% para 2050. Estos esfuerzos están generando expectativas para atraer importantes inversiones extranjeras en una amplia gama de proyectos de energía solar, eólica y de almacenamiento de energía.
Por su parte, Indonesia ofrece incentivos fiscales para catalizar las inversiones en diversos sectores con bajas emisiones de carbono, como la geotérmica, la CCUS, la solar y la eólica, con el objetivo de alcanzar las emisiones netas cero en 2060. Además, Malasia y Tailandia se han fijado el objetivo de alcanzar las emisiones netas cero de gases de efecto invernadero en 2050 y 2065, respectivamente.
Las estrategias e incentivos de estos países constituyen la base de sus objetivos de transición energética, con especial énfasis en atraer inversiones de terceros para apoyar sus ambiciones.
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