Los expertos congregados en el Think Thank de Automoción de la IE Business School coinciden en señalar que en el corto y medio plazo seguirán conviviendo las distintas tecnologías de propulsión pese a que en el futuro la electrificación del parque automovilístico será “irremediable”.
Para los expertos, la industria del automóvil ya ha iniciado un proceso de transición hacia tecnologías más limpias que, además de grandes desafíos, implica “no pocas incertidumbres”, como que la tecnología diésel se encuentra en retroceso y no se prevé un cambio significativo de tendencia.
El hecho de que varios fabricantes de vehículos estén anunciando sus intenciones de concentrar sus inversiones de investigación en otras tecnologías “hace más difícil aún cualquier reversión”, aunque el diésel, según el Think Tank, todavía “tendría sentido” en vehículos más grandes y en el transporte de cercanías.
Los expertos también certifican que la tecnología diésel está sufriendo un “dilema y demonización”, pese a seguir siendo la “más eficiente y clave para la consecución del objetivo de emisiones de 95 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro marcado por la Unión Europea para 2021.
Sin embargo, mientras las organizaciones europeas se marcan esos objetivos, con “fuertes multas” para los constructores que no los cumplan, las ciudades ponen el foco en la reducción de las concentraciones de óxido de nitrógeno (NOx), que son nocivas para la salud humana.