La mayoría de los españoles está a favor de mantener la nuclear y desconfía de la implantación del vehículo eléctrico. Así lo refleja un informe fruto de la colaboración entre Clúster 17 y beBartlet, que además ha mostrado una división palpable en el tejido social, con profundas brechas políticas e identitarias en relación con las políticas medioambientales.
Los resultados de la encuesta, presentados por Jofre Bosch, señalan una posición mayoritaria a favor de la extensión de vida de las centrales nucleares, con un contundente 58% de apoyo. Sin embargo, este respaldo no es homogéneo, encontrando su base principalmente en los clústeres más reacios al cambio, como los Tradicionalistas y Patriotas, quienes muestran una preferencia por la nuclear sobre otras fuentes de energía como la solar o la eólica.
Sin embargo, el estudio también destaca notables excepciones a esta tendencia. En regiones como Euskadi o Baleares, el apoyo a la energía nuclear desciende drásticamente hasta el 32%, evidenciando la diversidad de opiniones dentro del territorio nacional. De manera sorprendente, los Republicanos, un grupo demográfico joven y rural, muestran un apoyo por encima de la media a la extensión de las nucleares, desafiando las expectativas preconcebidas.
La brecha entre diferentes sectores políticos es igualmente destacable, con una diferencia de percepción de hasta 66 puntos entre los votantes de Vox y los partidos de izquierda. A pesar de esta división, la predominancia del apoyo a la nuclear persiste entre los clústeres conservadores, liberales y rurales, tanto de izquierda como de derecha, lo que sugiere un consenso relativo en estos sectores de la sociedad.
Movilidad eléctrica
Por otro lado, el estudio también aborda la cuestión del vehículo eléctrico, revelando un escepticismo generalizado hacia esta tecnología como solución para combatir el cambio climático. Un alarmante 57% de los encuestados no considera que los vehículos eléctricos sean una buena alternativa en esta lucha.
A pesar de este escepticismo, hay grupos dentro de la sociedad española que aún no han formado una opinión definida sobre el vehículo eléctrico, como los Arraigados y Conservadores. Sorprendentemente, los datos muestran que los votantes del PSOE son los más inclinados a favor de esta tecnología.
Resulta llamativo que, en contraposición a la intuición, los perfiles de mayor edad son menos escépticos en relación con el vehículo eléctrico. Esta tendencia desafía la percepción común de que la resistencia al cambio tecnológico aumenta con la edad.
La disparidad de opiniones sobre el vehículo eléctrico también se refleja en una marcada brecha entre diferentes grupos sociales. Mientras que los Progresistas muestran un abrumador apoyo del 95% a incentivar la sustitución de los coches de combustión por vehículos eléctricos, los Anti-asistencialistas apenas alcanzan un 17% de respaldo a esta medida.
Los escasos apoyos a la compra y la falta de infraestructura de carga son identificados por todos los clústeres como factores que contribuyen a la baja percepción del vehículo eléctrico, especialmente entre los Enfadados y Conservadores.
galan
19/04/2024