El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes la contribución voluntaria al Grupo de Crecimiento Verde (Green Growth Group), con una aportación de 8.700 euros para el año 2014.
Este grupo se creó el pasado año en el seno de la Unión Europea, de cara a la preparación del Marco Energía y Cambio Climático a 2030, y está compuesto por países con posiciones constructivas. El grupo pretende plantear la transición hacia una economía verde como una oportunidad para impulsar el crecimiento y favorecer la creación de empleo, elemento cuya consideración se quiere introducir de manera informal en las discusiones sobre los objetivos a 2030 con el ánimo de influir positivamente en las mismas y lograr avances.
España es uno de los 15 países miembros de este grupo (Bélgica, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Irlanda, Países Bajos, Portugal, Eslovenia, España, Suecia, Reino Unido y Noruega) cuyo objetivo es explorar, promover e impulsar las oportunidades económicas que el impulso de las políticas bajas en carbono de la UE pueden ofrecer a toda Europa.
El pasado 18 de diciembre, tras la reunión del COP20 en Lima, el Grupo de Crecimiento Verde se reunió para marcar cuál será política energética y de cambio climático dentro de la Unión Europea.
"Estamos convencidos de que el Marco de clima y energía 2030 debe traer múltiples beneficios a todos los países de la UE y será fundamental para la realización de la estrategia de la nueva Comisión de ofrecer empleos de calidad, un crecimiento sostenible, competitividad e inversiones en toda la región", rezaba una de las conclusiones.
Al fin y al cabo se trata de un lobby político para que la Comisión Europea apueste de verdad por la economía verde, por la eficiencia energética y las energías renovables. Que España, uno de los socios de este grupo, aporte solo 8.700 euros deja claro una cosa: el cambio climático y el desarrollo sostenible no es una prioridad para este Gobierno.
Además, esta paupérrima aportación choca tras crear el Ministerio de Medio Ambiente un grupo igual, pero únicamente español, al que una treintena de empresas, la gran mayoría del Ibex 35, se unieron para desarrollar juntos una política acorde con los objetivos marcados para 2030.
Incluso, esta cifra también sorprende si se tiene en cuenta la aportación que pretende hacer España al Fondo Verde del Clima. Según contó EFEVerde de fuentes oficiales, España quiere dar 100 millones, un notable incremento comparado con los actuales 13 millones.
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