Política energética

La socialista Teresa Ribera empieza a desmarcarse de la conservadora Von der Leyen

El primer encontronazo documentado, a costa de la flexibilización del recorte de emisiones de CO2 a los fabricantes automovilísticos, que tendrán hasta 2027 para cumplir los límites

3 comentarios publicados

La vicepresidenta primera de la Comisión Europea, la socialista española Teresa Ribera, se está desmarcando aceleradamente de la máxima responsable de la institución, la conservadora alemana Ursula von der Leyen, en temas de primer rango como las emisiones de CO2, el "genocidio" de Israel sobre Gaza o controvertidos casos de competencia como el de Google.

Adalid de las políticas climáticas, la vicepresidenta para una Transición Limpia, Justa y Competitiva y comisaria de Competencia se encontró en Bruselas con un Ejecutivo muy cambiado respecto a la primera Comisión presidida por Von der Leyen, con el Pacto Verde relegado en una agenda dominada ahora por los conceptos de competitividad y defensa.

El primer encontronazo documentado fue discreto, a costa de la flexibilización del recorte obligatorio de emisiones de CO2 a los fabricantes automovilísticos, que tendrán hasta 2027 para cumplir los límites de 2025.

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Von der Leyen, líder de un Ejecutivo en el que 14 de 27 miembros del colegio son del Partido Popular Europeo, y con el Parlamento Europeo y los Gobiernos nacionales con más peso de las derechas y menos presencia ecologista, presentó esa concesión como una prórroga que no cambiaba el rumbo, una interpretación con la que el equipo de Ribera se sentía relativamente cómodo.

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Pero a última hora desapareció de los documentos la redacción propuesta por el equipo de la española, que quería dejar anclada la prohibición de vender coches que emitan CO2 desde 2035, protegiendo así de futuros volantazos esa emblemática legislación aprobada en 2023.

La redacción final diluyó el planteamiento de Ribera, que forzó un voto en el colegio de comisarios en lugar de aprobarla por procedimiento escrito como estaba previsto, en un gesto que evidenció con sobriedad el descontento reinante.

El contraste se agudizó tras el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump. El departamento de Ribera multó a Apple y Meta con 500 y 200 millones de euros, respectivamente, en base a la Ley de Mercados Digitales de la UE, que Trump ha criticado abiertamente.

Ni Ribera, de viaje de trabajo en México, ni la comisaria de Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia, la cristianodemócrata finlandesa Henna Virkkunen, desplazada en Alemania, comparecieron en rueda de prensa para explicar aquella decisión, una circunstancia extraña para los usos y costumbres de la Comisión Europea.

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El alejamiento entre la presidenta de la Comisión y su vicepresidenta primera se ha hecho aún más evidente durante el verano.

Tras el acuerdo de julio entre Trump y Von der Leyen que impone aranceles del 15% a los productos europeos en EEUU, Ribera pidió que la UE fuera "valiente" ante el republicano.

"Podemos ser amables, educados, intentar encontrar maneras de resolver problemas y discrepancias, pero no podemos aceptar todo lo que (exijan). No podemos estar sujetos a la voluntad de un tercer país", declaró la española al Financial Times a final de agosto.

El siguiente roce vino a propósito del conflicto en Gaza. Desde los atentados terroristas de Hamás y la inmediata represalia israelí, Von der Leyen se ha mostrado muy cercana a Tel Aviv, en un asunto que divide en el seno de los Veintisiete.

Pero Ribera -exvicepresidenta del mismo Gobierno de España que ayer aprobó sanciones contra Israel- calificó la semana pasada de "genocidio" la ofensiva contra Gaza, declaraciones de las que se desmarcó formalmente el Ejecutivo comunitario.

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El último desencuentro aparente ha sido a propósito de Google. La Comisión llevaba tiempo analizando al gigante tecnológico por abuso de posición dominante y el viernes pasado anunció una multa de 2.950 millones de euros.

Ribera no compareció en rueda de prensa para explicar la decisión, sin un porqué oficial. El sábado viajó a un foro climático en Etiopía y desde entonces ha mantenido silencio, al contrario que Trump, quien calificó la multa como "muy injusta" y advirtió que no permitirá sanciones contra la compañía estadounidense.

El republicano exigió en redes sociales que la UE frenara esa línea de actuación "INMEDIATAMENTE", en mayúsculas, y amenazó con iniciar un procedimiento que permitiría a EEUU tomar represalias comerciales como aranceles o restricciones contra países que Washington considere que implementan políticas injustas o discriminatorias contra empresas estadounidenses.

El entorno de Ribera no ha hecho comentarios, ni sobre Google ni sobre el distanciamiento con Von der Leyen. Pero la jefa de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo, la española Iratxe García, ha defendido este martes en rueda de prensa que la UE no puede "abdicar" en su autonomía legislativa.

"Tenía que haber líneas rojas y hay una cuestión fundamental que no es negociable es la legislación europea que establece los estándares sociales, medioambientales y de protección a los consumidores que establece Europa", ha señalado la socialista española.

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3 comentarios

  • DavidB

    DavidB

    10/09/2025

    Celebro las discrepancias sobre el genocidio. Ya sabemos el complejo histórico alemán (que lastra la UE).

    Pero sobre CO2 pocas diferencias reales, ambas amigas de los ARANCELES a los VE.
  • Toni

    Toni

    10/09/2025

    Yo celebro todas las discrepancias de Teresa Ribera. Más valiente en la implementación de medidas verdes, los derechos humanos y el servilismo ante EEUU. Von der Leyen pasará a la Historia como una política pusilánime y cómplice de un genocidio.
  • Miguel A. A.

    Miguel A. A.

    27/09/2025

    Teresa Ribera siempre actúa como un Caballo de Troya allí donde se mete. La decisión de Úrsula, de aceptarla de vicepresidenta es algo que tendrá que tragar, todo por un cambio de cromos para asegurarse la presidencia. Teresa Ribera es muy buena cargando la culpa de sus errores a los demás, y además siempre se va a poner la medalla de buena utilizando un tema sensible como el del cambio climático o el medio ambiente. Un tema que no le importa lo más mínimo cuando ella misma emite grandes cantidades de CO2 haciendo constantemente viajes en avión a zonas remotas del mundo para cosas intrascendentes, o para decirle a la gente lo malo que es emitir CO2. Con una videoconferencia le puedes contar lo que quieras a cualquiera de cualquier parte del mundo, y casi sin emisiones de CO2, solo que se perdería el visitar países exóticos gratis, estar en hoteles de lujo gratis y degustar sus manjares gratis.

    La decisión de prohibir en la UE la venta de vehículos de combustión en 2035, una cosa en la que participó muy activamente Teresa Ribera, es una de las cosas más absurdas y dañinas que se han aprobado en la UE, sobretodo, porque se hizo cuando los países europeos no tenían solventado el tema de las baterías. De hecho, siguen sin tenerlo resuelto aún, y tienen a las empresas automovilistas europeas en un grave situación económica que puede llevarlas a la quiebra, y que tratan de paliar subiendo el precio de los coches vendidos, que expulsa a los compradores, lo que acrecenta el problema económico. Veremos cómo acaban las automovilísticas europeas y los empleos del sector.. El coche nuevo se ha convertido en un objeto de lujo solo a la altura de la clase media-alta. La consecuencia inmediata ha sido el envejecimiento constante del parque automovilístico y la entrada masiva de vehículos chinos, que ahora tratan de frenar con aranceles. Una "cargada" en toda regla. La prioridad de la UE debería hacer sido desarrollar y fabricar baterías buenas y baratas, no prohibir la venta vehículos de combustión.

    El coche eléctrico no se debe meter por imposición con calzador, sino por mejora de prestaciones y abaratamiento de fabricación. Si se consigue la mejora, el propio ciudadano decidirá comprarlo por si mismo.

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