La subasta de interrumpibilidad que se inició este lunes en Madrid para el periodo 1 de julio a 31 de diciembre de 2019 ha arrojado el peor resultado posible para la gran industria electrointensiva.
Según fuentes del mercado, los precios de los bloques de 40 MW se han fijado a un precio medio de unos 100.000 euros por MW, incluso algunos de los ofertantes se ha llevado algún bloque por debajo de ese umbral, en el entorno de los 90.000 euros por MW.
Esto significa que los grandes consumidores de energía como Arcelor, Alcoa, Ferroatlántica, Celsa, Asturiana de Zinc y otros han obtenido unos 4 millones por bloque de 40 MW, algunos incluso menos.
Este precio es el más bajo desde que se puso en funcionamiento la subasta de interrumpibilidad hace más de cinco años.
La previsión era nefasta. Solo se ponían en liza 2.600 MW y a un precio de salida cada vez más bajo. Por tanto la competencia para adjudicárselos iba a ser feroz y así ha sido.
En comparación con el precio de adjudicación de la subasta de interrumpibilidad para el primer semestre del año, el de ahora ha vuelto a caer más de un 5% para los bloques de 40 MW. Ya en la anterior ocasión el precio cayó más de un 30%.
En cuanto a los bloques de 5 MW, el precio con el que se cerró este lunes la subasta (hoy continúa) alcanzó los 62.224 euros por MW, un precio que es también más bajo que el precio medio de la primera subasta del año.
Por tanto, los bloques de 5 MW que se subasten este martes fijaran un precio aun más bajo, incluso por debajo de los 60.000 euros por MW. Según fuentes del mercado, este lunes se adjudicaron 56 bloques de 5 MW.
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