Los negociadores del Parlamento Europeo y el Consejo (gobiernos) han logrado esta madrugada un acuerdo que fija como objetivo vinculante una reducción neta del 90% de las emisiones contaminantes para 2040 --con respecto a los registros de 1990--; si bien incluyen cláusulas de flexibilidad y revisión que relajan el compromiso para convencer a los países más reticentes.
La Comisión Europea incluyó en su propuesta del pasado julio que se pudiera utilizar a partir de 2036 una contribución limitada del 3% para los créditos internacionales de alta calidad (los conocidos como mercados de carbono), lo que en la práctica supone permitir a los países comprar a terceros países estos créditos mediante la inversión en proyectos sostenibles.
Sin embargo, esta flexibilidad fue considerada insuficiente por países como Italia, Polonia o Francia que en las negociaciones han presionado para elevar este porcentaje, pese a que otros socios como España no veían con buenos ojos ningún tipo de relajación.
Las emisiones en la UE
Para salvar el bloqueo de los países más reticentes, el Consejo ha defendido en las negociaciones concederles un margen de "hasta el 5%" para los créditos internacionales y una fase de transición que permitirá a los gobiernos recurrir a esta facilidad ya desde 2031, con lo que el objetivo nacional podrá reducirse al 85%.
Se incluye, además, una cláusula de revisión para que la Comisión Europea reevalúe la situación cada cinco años y sopese si es necesario conceder un 5% más de margen en la compra de créditos internacionales a los países que lo requieran.









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