La Unión Europea aplicará finalmente a partir del viernes las sanciones contra Rusia que lleva retrasando desde hace una semana . Tras numerosos debates entre los representantes de los Veintiocho en Bruselas, los embajadores ante la UE han decidido esta mañana que las nuevas medidas restrictivas contra Moscú, las más duras aprobadas hasta la fecha, entren en vigor mañana mismo. El paquete incluye por primera vez castigos al sector petrolero, de importancia vital para Rusia.
Las sanciones por la participación rusa en la guerra de Ucrania están listas desde hace casi una semana, pero las dudas de los países miembros, y el miedo de que esa afrenta diplomática malograse el alto el fuego que vive Ucrania desde el pasado viernes, postergaron la decisión.Se trata de una decisión ambigua. Formalmente, Bruselas sigue apostando por el proceso de paz, pero cree necesario dar un paso adelante con las sanciones. La fórmula acordada para preservar ese delicado equilibrio la explicó el propio presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy: "Antes de final del mes se llevará a cabo un examen exhaustivo de la aplicación del plan de paz". Si esa revisión indica que es necesario modificar, suspender o derogar las medidas, se obrará en consecuencia y "el Consejo tendrá en cuenta estas propuestas con urgencia con el fin de tomar medidas en caso necesario", recalcó Van Rompuy, quien explicó que "siempre hemos insistido en la reversibilidad y la escalabilidad de nuestras medidas restrictivas".
Un grupo de países, entre ellos Alemania, abogaba por seguir adelante a pesar del alto el fuego. Finalmente ha ganado esta postura, frente a los que optaban por esperar, pero con la salvaguarda de tener una revisión en pocos días y poder suspender las medidas punitivas. España figuraba en el grupo de países que mostraban sus dudas respecto a aplicar las sanciones ahora.
La principal novedad de este paquete se refiere al sector petrolero. El capital europeo no podrá financiar a empresas petroleras controladas al menos en un 50% por el Estado ruso, con una facturación de un billón de rublos (31.000 millones de euros) y que obtenga la mitad de sus ingresos de la venta de crudo. En esa órbita se sitúan tres de las grandes en Rusia: la división petrolera de Gazprom, Rosneft y Transneft, gestora de oleoductos.
Además, se prohíbe a empresas europeas participar en créditos sindicados a compañías rusas —una de sus fuentes de financiación— y se restringen aún más las limitaciones que ya se habían establecido para financiar a otras empresas rusas. La UE publicará, además, una lista ampliada de personas a las que se prohíbe la entrada en los países comunitarios por su papel desestabilizador en el conflicto de Ucrania y cuyos activos en territorio europeo quedan congelados.
Restricciones rusas a Polonia
Al tiempo que se tomaban estas medidas,las autoridades polacas informaban a la UE de la existencia de una reducción en el flujo de gas procedente de Rusia. Algo que no ha sentado muy bien en Bruselas que, a través de la portavoz de Energía, Marlene Holzner, ha transmitido que la UE pedirá explicaciones a Rusia por rebaja gas a Polonia en el caso de que no se trate de un fallo técnico
La UE ha propuesto el próximo 20 de septiembre para celebrar en Berlín un encuentro trilateral dirigido a desbloquear la crisis del gas. Ucrania ya ha aceptado esta fecha para mantener el encuentro, pero Rusia sigue sin pronunciarse al respecto, precisaron fuentes comunitarias. “Si son cuestiones técnicas no hay razón para abordarlo en una reunión trilateral o bilateral. Si las cosas son distintas entonces sí lo tendremos en cuenta cuando tengamos la trilateral el 20 de septiembre en Berlín", recalcó Holzner.
La portavoz comunitaria dijo por otro lado no disponer de datos sobre si se ha detenido el llamado "flujo inverso" hacia Ucrania, como afirman Varsovia y Kiev, medida que se ha venido utilizando como una solución temporal que se adoptó tras el corte de gas ruso hacia Ucrania para evitar que el país quedase desabastecido. "En principio el flujo inverso es un principio muy importante del mercado europeo de la energía que debería ser respetado", comentó Holzner sobre esta cuestión.
Polonia ha asegurado que está supliendo la disminución de gas ruso mediante la importación de más carburante desde Alemania y la República Checa, y asegura que por ahora el suministro está garantizado. Desde el Gobierno polaco se ha insistido en numerosas ocasiones en que el Kremlin se sirve del gas que suministra Gazprom para lograr fines políticos. Las relaciones entre Rusia y Polonia han empeorado de forma considerable en los últimos meses después de que Varsovia haya defendido el endurecimiento de sanciones de la Unión Europea (UE) contra Moscú, así como la necesidad de que la OTAN aumente su presencia militar en el Este de Europa en respuesta a la crisis de Ucrania.
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