La Comisión Europea ya tiene esbozado el futuro de la energía nuclear en la Unión Europea para los próximos 35 años. Bruselas ha preparado un documento, en el que ha tenido en cuenta los objetivos climáticos a 2030, en el que planifica las inversiones necesarias en energía nuclear hasta 2050. Y las cifras son mareantes.
Según el borrador del documento, que ha sido filtrado, y publicado por Energy Post, la Unión Europea se gastará cerca de un billón de euros en nuclear hasta 2050. De ellos, entre 450.000 y 550.000 millones se destinarán a la construcción de nuevos reactores y a la extensión de la vida útil de la mayoría de las centrales. Mientras que otro medio billón de euros se gastará para desmantelar el 90% de los 131 reactores que actualmente están en funcionamiento.
La planificación de Bruselas se recoge en la Comunicación para un Programa Indicativo Nuclear (PINC en sus siglas en inglés). Es un documento que la directiva Euratom obliga a realizar a la Comisión cada cierto tiempo. El último documento parecido se realizó en 2008, por lo que será el primer documento desde el desastre de Fukushima en 2011.
La Comisión destaca la importancia de la energía nuclear para cumplir los objetivos climáticos a 2030. "Con el 27% de la electricidad producida a partir de la energía nuclear y el 27% a partir de fuentes renovables, la UE es actualmente uno de los tres principales economías, (junto a Brasil y Canadá) que generan más de la mitad de su electricidad sin producir gases de efecto invernadero".
Pero el PINC recoge que el porcentaje de la nuclear en el mix eléctrico se reducirá notablemente a una tasa de entre el 17% y el 21% en 2050, es decir, podría bajar 10 puntos porcentuales.
Reducir potencia para luego crecer
¿Y esto cómo se produce? Actualmente, hay 131 reactores nucleares en funcionamiento en 14 Estados Miembros de la UE. En total, la capacidad total asciende a 121 GW. Su edad media es de 29 años, por lo que tendrían otros 11 años más de vida aproximadamente (unos más, otros menos).
La Comisión estima que la capacidad de generación de electricidad de origen nuclear se reducirá en un 20% a 2025. A partir de ahí, en la siguiente década está previsto que vuelva a crecer según se vayan construyendo los nuevos reactores. En total, la capacidad nuclear se estabilizará en 95-105 GW en 2050. Entre 30 y 40 GW menos que los que hay en funcionamiento hoy en día.
Además, a pesar de que se espera que la demanda de electricidad suba en los próximos años, la energía nuclear constituiría el 17%-21% del suministro eléctrico, por debajo del 27% que hay en la actualidad.
Desde 2008 se han notificado 48 nuevos proyectos nucleares en distintos países de la UE. Buena parte de ellos son para extender la vida de centrales existentes o hacer las mejoras obligadas para cumplir los requisitos de seguridad post-Fukushima.
Pero de los 121 reactores nucleares que están operativos a día de hoy, el 90% estaría cerrado en 2030 si no se extendiese la vida útil. Los cálculos de Bruselas van más allá. Incluso con una extensión de vida de unos 20 años, es decir hasta los 60 años operando, este 90% de las centrales existentes tendrán que desmantelarse para 2050. Cerrar todas estas centrales nucleares costará entre 350.000 millones y medio billón de euros. Ahí es nada.
Los sobrecostes de la nueva nuclear
¿Pero realmente se llevarán a cabo los proyectos? La Comisión destaca en su informe que la nueva nuclear está generando unas distorsiones en los costes fuera de lo normal.
"Los diferentes modelos de financiación se están estudiando o se utilizan en varios Estados miembros de la UE," la Comisión señala, citando el Contrato del Reino Unido para el Cambio para la Hinkley Point C y el modelo Mankala en Finlandia. No da una opinión sobre las ayudas estatales para la energía nuclear, a pesar de que es un asunto que es totalmente de su competencia.
Bruselas señala que "algunos de los nuevos proyectos han sufrido retrasos y sobrecostes". Pone como ejemplos los proyectos de Olkiluoto y Flamanville que ya han triplicado el presupuesto inicial por culpa, en buena parte, de varios años de retrasos en la construcción.
La Comisión admite que los costos de los proyectos de nueva construcción "están en el rango alto" de lo esperado por los analistas. Hinkley Point C encabeza la tabla con 6.755 euros por kWe (frente a un promedio de 5.290 euros por KWe para una unidad de sus características). Hay una "tendencia histórica de aumento de los costos", concluye la Comisión. Incluso en Francia, los costos de construcción por MWe en 1974 fueron tres veces más bajos que los de las unidades conectadas a la red después de 1990.
Son varias las causas de este problema. Uno, los reactores ahora son más grandes. Al ser más grandes necesitan de tiempos de construcción más largos. Y el tiempo de la construcción tiene un impacto muy significativo en el precio (más que las tasas de interés, por ejemplo). En segundo lugar, la seguridad ha sido el principal impulsor de la innovación y que ha impulsado los costos hacia arriba en lugar de empujarlos hacia abajo.
Bruselas señala en el documento que muy pocos proyectos han aprobado sus inversiones y está por ver si los gobiernos nacionales finalmente llevan a cabo los proyectos.
En definitiva, con un documento así se debería abrir un debate a nivel europeo de qué hacer con la energía nuclear en la UE, teniendo en cuenta todo. Y todo, significa meter en el debate el impacto medioambiental de los residuos nucleares, algo a lo que la Comisión no ha tenido en cuenta en el documento. Si hubiese un problema de escape de radiación nuclear (Dios no lo quiera) los costes se dispararían y encima los ciudadanos sufrirían las causas.
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