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Las baterías de una pequeña compañía holandesa pretenden hacer frente a las de Tesla

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Carretillas eléctricas, camiones eléctricos, barcos eléctricos y hasta almacenamiento de centrales eléctricas. Todo es posible para las baterías de Lithium Werks, una pequeña empresa holandesa que planea gastar más de 2.000 millones de euros en esta tecnología para todo tipo de transporte, desde los más pequeños hasta los más voluminosos.

Es el caso del barco turístico llamado Berlín, que se desliza sigiloso por el Singelgracht de Ámsterdam. En las otras embarcaciones de la compañía de viajes, el ruido sordo y el humo de un motor diesel hace que el guía tenga que dar sus explicaciones en un tono de voz más alto. Pero desde que Berlín comenzó a navegar con su motor eléctrico hace dos años, ha demostrado las ventajas de deslizarse por los canales en silencio.

Mientras que los consumidores y los inversores apuestan por los fabricantes de automóviles como Tesla, Nissan y BMW, el sector del transporte por mar y el ferroviario están a punto de abandonar los combustibles fósiles. Este es el negocio al que Kees Koolen, presidente de Lithium Werks BV, la compañía holandesa que ha fabricado las baterías para Berlín, va a apostar. "Queremos trabajar en la electrificación de todo lo que no sea automóviles y productos electrónicos de consumo", explica a Bloomberg, "esos mercados ya están saturados, y en cambio en otros sectores vemos una gran oportunidad".

Koolen, uno de los primeros que invirtieron en Uber Technologies Inc. y Booking.com, donde llegó a ser director ejecutivo durante tres años, cree que puede hacer una fortuna produciendo baterías para todo, desde carretillas elevadoras hasta transporte para la extracción de minerales.

Las baterías para máquinas voluminosas pueden tener más peso que la de los automóviles o dispositivos como teléfonos móviles o tabletas, pero él quiere que sean más pequeñas y ligeras.

También está seguro que hay otro mercado potencial, el almacenamiento de energía que podría ayudar a cerrar la brecha que existe entre la producción de parques eólicos y solares y las centrales eléctricas convenciones, que defienden su existencia por la necesidad de aportar al mix energía de respaldo.

Para conseguir sus objetivos, Lithium Werks ha comprado tres nuevas empresas especializadas en el desarrollo de células químicas pero también en sistemas que gestionan la producción de una batería. Y es que Koolen planea instalar plantas de producción en todo el mundo que combinen la experiencia de todas sus compañías. Este año abrió su primera fábrica, cerca de Shanghai, y planea dos más en 2019: una en México y otra en China.

Y como todos los negocios, depende en gran medida de la inversión. Por eso, Koolen ha puesto más de 41 millones de euros de su propio bolsillo en la empresa, junto a Oost NL, una agencia de desarrollo holandesa, pero espera recaudar más de 300 millones adicionales.

Para el año 2025, Koolen planea tener otras diez plantas, con un coste total de 2.000 millones, cada una con una producción de 1 gigavatio por año, suficiente para abastecer 20.000 coches eléctricos. Y no le falta razón. Según Bloomberg New Energy Finance, la demanda de baterías aumentará a casi 1.800 GWh en 2030, de los que solo en este año será de 120 GWh.

Mientras que el 85% de ese crecimiento será gracias al sector del vehículo eléctrico, hay muchas posibilidades de inversión en otros nichos industriales, dice Jeff McDermott, socio gerente de Greentech Capital Advisors LLC, un banco de inversión de Nueva York centrado en energías limpias. "En un mercado de decenas de miles de millones de dólares, tener 5 o 10% sigue siendo significativo", dice.

Lithium Werks se enfrentará a una intensa competencia si quiere expandirse. Leclanché de Suiza, Bosch de Alemania y la francesa Saft Groupe, adquiridos por la petrolera francesa Total en 2016, también están desarrollando tecnología para el almacenamiento energético. Además, grandes fabricantes ​​como BYD, LG Chem y Samsung SDI ya están generando millones de baterías que podrían adaptarse para uso industrial. Y Tesla ha invertido más de 5.000 millones en lo que llama su Gigafactoría en Nevada, en donde está produciendo 20 GWh de baterías al año.

Desde 2008, empresas de todo el mundo llevan gastados unos 17.000 millones en fábricas de producción de baterías, principalmente en China, y en 2022 la inversión total se acercará a los 60.000 millones, según Bloomberg NEF. Aunque la mayoría de esas baterías se destinarán a automóviles, muchas encontrarán su camino en otras aplicaciones, dice Alexander Landia, presidente de Mobility House AG, una empresa alemana que desarrolla proyectos de almacenamiento de energía.

"En principio, las baterías para vehículos eléctricos deberían tener el mejor precio debido a la producción de escala", dice Landia. Y el mercado se complica con las baterías usadas. De hecho, su compañía instaló 148 baterías de automóviles, la mayor parte extraídas de Nissan Leafs, para proporcionar energía de respaldo en un estadio en Amsterdam.

https://elperiodicodelaenergia.com/se-inaugura-en-amsterdam-el-sistema-de-almacenamiento-mas-grande-de-toda-europa-con-baterias-usadas/

A casi 500 km de distancia, en la región holandesa de Twente, Lithium Werks está construyendo un centro de investigación en una antigua pista de aterrizaje. Koolen espera emplear alrededor de 2.000 ingenieros para el 2025, ya que concentrará en esa localidad a las tres nuevas empresas que ha comprado este año. En febrero, adquirió Valence Technology Inc., que se dedica al desarrollo de celdas de litio para baterías de uso industrial.

Unas semanas más tarde, compró parte de A123 Systems LLC, que fabrica las células químicas que son el núcleo de las baterías. Y en agosto fusionó Super B, un fabricante de baterías con el que ya estaba trabajando Lithium Werks.

Koolen dice que espera cerrar un trato más grande, que supere los 100 millones antes de fin de año, aunque se niega a dar más detalles. Cuando esté todo funcionando, ambiciona mucho más. Su objetivo final es ampliar la cartera de Lithium Werks con productos para transmisiones, estaciones de carga y software. "La industria de la batería trabaja con conocimientos fragmentados", concluye, "por eso queremos cubrir todo el sector y expandirnos muy rápido".

Fuente: Bloomberg

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Un comentario

  • Cesar electrico

    15/09/2018

    A dia de hoy el sector energetico petrolifero y el eléctrico estan separados.
    Si en esta lucha por el control de la produccion de renovables y precio de baterias las gana el sector petrolifero, estamos frente a un posible y unico macro sector energetico en manos de menos gente todavia.
    Creo que si no abrimos la inversion y democratizamos la energia electrica de forma mas generalista a mas sectores, veo un mal comienzo de las renovables, es decir mas conflictos y mas guerras aseguradas entre lucha de poderes cada vez mas elevados, entre macro corporaciones nunca vistas y el resto del mundo.

    Pienso que los politicos siempre usan la ley del minimo esfuerzo, es decir, que a la hora de "equilibrar" un VALOR ESTRATEGICO como es la ENERGIA, los lideres mundiales permiten que el mas fuerte se lleve el pastel mas grande, generando mas y mas desigualdad tensando limites faciles de explotar, luego las soluciones al comodo planteamiento inicial es muchisimo mas dificil de resolver que si se hubiera hecho desde un primer momento.
    No hay que ser muy listo para ver esto.

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