Con un trepidante crecimiento, la industria nuclear china saca pecho a la espera de rubricar acuerdos que le permitan hacerse un hueco entre los líderes globales: vendiendo una central de tecnología propia a un tercer país que respete el Tratado de No Proliferación Nuclear.
En la feria anual del sector que se celebra estos días en Pekín, una de las más importantes, las empresas nucleares chinas reclaman estos días su lugar en el mundo, en medio de la incertidumbre en otras naciones y los problemas por los que atraviesan algunas de las compañías de referencia.
"Con la estrategia planteada por nuestros líderes, nuestra energía nuclear ocupará un lugar muy importante en el mundo", aseguraba en declaraciones a Efe Wang Tianju, del grupo estatal CNEIC.
Junto a él, el visitante paseaba por los mostradores de las compañías de mayor peso en China, como la Corporación China de la Energía Nuclear (CNNC) o el grupo de Energía Nuclear General de China (CGN), que gestionan o promueven proyectos en Europa o Latinoamérica.
Las firmas chinas ya han comenzado a salir al exterior y han llevado proyectos con tecnología propia hasta países como Pakistán, pero aún se topan con reticencias "culturales o políticas" para hacer negocios en muchas partes del mundo, lamentan desde el sector.
"La gran pregunta es ¿cuándo venderemos un reactor chino (en un país desarrollado)? Esa es la barrera", reconocía a Efe una fuente del sector atómico chino presente en la feria, que prefirió mantenerse en el anonimato.
La solución puede darse pronto, si es que China consigue firmar un esperado acuerdo con Argentina tal y como el régimen comunista lo plantea: con dos centrales en el país suramericano, una de ellas con su propia tecnología.
Ése será uno de los temas centrales de las conversaciones entre el presidente argentino, Mauricio Macri, y el chino, Xi Jinping, durante la visita del primero al gigante asiático este mes de mayo.
Chinos y extranjeros se mantienen al tanto de ese posible pacto, y algunos van dando pasos para participar en esa salida al exterior de las compañías chinas, como las empresas españolas del sector, presentes cada año en esta feria de Pekín.
Eduardo Aymerich, director general del Grupo Nuclear Español para China (SNGC), alianza que agrupa a Equipos Nucleares SA (ENSA), Tecnatom, ENUSA y Ringo Válvulas, aseguraba que las firmas españolas tienen "capacidades técnicas para apoyar en cualquier situación".
"Es obvio que cuanto más cercano sea el país en el que se vaya a trabajar, para nosotros es más fácil poder aportar mayor valor añadido a las empresas chinas. Y obviamente Argentina es uno de los países más cercanos, por lenguaje, por cultura, por tradición...", destacaba en declaraciones a Efe.
En su opinión, es ya evidente que "China es el motor de la industria nuclear actual".
"En China, se están construyendo más de la mitad de los reactores en el mundo actualmente y yo creo que se tiene asumido que la tecnología china es tan valiosa o potente como cualquier otra", consideraba Aymerich.
En el último año, no obstante, los proyectos internacionales del sector atómico chino no han avanzado mucho, pero el director de SNGC descarta que se trate de una cuestión de desconfianza.
"No lo han hecho (avanzar) fundamentalmente por la situación sociopolítica en los países donde se quieren implantar", zanja.
El cambio de Gobierno en Argentina, el "brexit" en Reino Unido, la indecisión en Sudáfrica o la inestabilidad de Turquía son algunas de las razones que, a juicio de Aymerich, están ralentizando la salida masiva de las firmas nucleares chinas.
"Nos enfrentamos a varias dificultades en nuestra internacionalización, pero las superaremos", confía Lyu Chengcheng, del Grupo China Huaneng.
Para Lyu, la ecuación está clara: "Nuestro futuro es el futuro del mundo (...) Somos aún unos principiantes, quizá no somos tan fuertes como otros países, pero aún seguimos creciendo, haciéndonos más grandes cada día. Si el mundo nos deja escapar, dejará escapar su futuro".
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