El sector petrolero ha demandado que la transición energética hacia la descarbonización se realice de manera que se tenga en cuenta a todas las fuentes de energía disponibles y se respete la neutralidad tecnológica, para que sea "coste-eficiente".
En una mesa redonda en el marco del 16º Encuentro del Sector Energético organizado por IESE y Deloitte, el presidente de BP España, Luis Aires, consideró que, en su opinión, el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que se conoció hace unos meses no cumplía con estos principios, ya que recogía "mucha prohibición y obligaciones", algo que debería ser "sustituido por la promoción". "Incentivemos más que obligar", dijo.
Aires se refirió así a la intención de prohibir la matriculación y la venta de cualquier vehículo que no fuera 100% eléctrico en el horizonte de 2040, ya que "una medida de ese tipo no va en el camino de la neutralidad tecnológica y manda una señal muy delicada a la industria del automóvil y del refino, así como a la población, que no sabe qué coche comprar", indicó.
Asimismo, criticó la obligación a las estaciones de servicio de cierto tamaño de contar con un punto de recarga eléctrico, "ya que va en contra de la libertad de empresa y puede obligar a hacer inversiones que no son coste-eficientes", así como la revisión de los incentivos que puedan favorecer el consumo de combustibles fósiles, "porque no va a ayudar a la renovación de la flota de vehículos, que es el gran problema de la calidad del aire en las ciudades", añadió.
Un marco regulatorio estable
En esta línea, la directora general de Negocios Comerciales y Química de Repsol, María Victoria Zingoni, afirmó que para abordar el desarrollo de la tecnología que permita proseguir ese camino hacia la descarbonización y mejorar la eficiencia energética es necesario contar "con un marco regulatorio estable" y el respaldo de la neutralidad tecnológica.
La directiva, que consideró que la descarbonización se trata de "un esfuerzo que debe ser realizado por todos", defendió que el gas natural es una fuente que debe jugar "un rol importante en toda la transición energética", ya que se puede integrar muy bien con las renovables.
Además, valoró el papel que jugará el petróleo en la industria química, con una demanda creciente y con un rol como solución en la transición energética a través, por ejemplo, de productos para aislamiento de edificios, así como por medio de la economía circular, en el uso de residuos para alimentar el proceso industrial.
Zingoni también valoró la estrategia de las petroleras tradicionales de convertirse en "proveedores de toda la energía que puedan necesitar los clientes", tanto en movilidad como en consumo doméstico, en la que enmarcó la adquisición por Repsol de los activos no regulados de Viesgo y la apuesta por "seguir creciendo en el mundo de las renovables, tanto en la parte fotovoltaica como en eólica". "El objetivo es producir esa energía nosotros mismos de la forma más eficiente", añadió.
Todas las fuentes de energía "serán necesarias"
Mientras, el director de Estrategia y Desarrollo de Negocio de Cepsa, Héctor Perea, incidió en que todas las fuentes de energía "serán necesarias" para garantizar esa transición energética "ordenada" si se quiere alcanzar ese doble objetivo de hacer frente al crecimiento de la demanda global de energía y reducir las emisiones de CO2.
En el caso del petróleo, Perea señaló que en el horizonte de 2030 su demanda global sufrirá una ralentización, aunque se mantendrá en niveles parecidos a los actuales debido al incremento de la demanda en Asia.
Así, de cara a 2030 vaticinó un crecimiento global de las renovables de en torno al 500%, un negocio en el que señaló que las petroleras ya están activas con unas inversiones en 2018 en el sector que ascendieron a unos 7.000 millones de euros, aproximadamente el 15% del total de la cifra inversora.
No obstante, indicó que la demanda global de gas crecerá en torno a un 35%, relevando en la generación eléctrica al carbón, y que la nuclear también lo hará en un 45%, por lo que subrayó que es "fundamental contar con todas las fuentes de energía disponibles".
A este respecto, señaló que Europa está liderando la transición energética, aunque advirtió que se trata de "un camino de largo recorrido, y liderar en solitario no nos va a llevar a conseguir ese objetivo", ya que adoptar un marco regulador "más exigente" que en otras áreas geográficas tiene el riesgo de que haya deslocalizaciones. "No vaya a ser que cerremos aquí industrias y acabemos importando esas emisiones de productos de otras regiones", advirtió.
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