Las redes quieren el mismo trato que el autoconsumo para los edificios cero emisiones

El pasado mes de marzo, la Comisión Europea anunció que exigirá a partir de 2028 que todos los edificios nuevos sean cero emisiones. Así, todos estos edificios nuevos deberán estar equipados de energía solar. Sin embargo, dentro de la revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios no reconoce el papel de las redes eléctricas en la descarbonización del parque inmobiliario.

En el último comunicado elaborado por Eurelectric, WindEurope, la Asociación Europea de Bombas de Calor (EHPA), smartEN, E.DSO y Avere, en representación de una amplia coalición de grupos industriales, insisten en la necesidad de reconocer la energía libre de carbono suministrada a través de la red eléctrica como fuente de energía plenamente conforme para los edificios con emisiones cero en la revisión de la Directiva sobre la eficiencia energética de los edificios.

"Apoyamos plenamente la introducción de una definición de edificio de emisiones cero, sin embargo, en su estado actual, la definición de edificio de emisiones cero incluida en la propuesta de la Comisión y el Parlamento Europeo no reconoce el papel fundamental de las redes eléctricas en la descarbonización del parque inmobiliario de nuestro continente. En concreto, el flujo de energía de la red se limita a casos de uso extremadamente restringidos y exclusivamente a través de acuerdos de compra de energía (PPA), lo que representaría un procedimiento complejo e inaccesible para los consumidores residenciales privados" explican en el comunicado.

"Hacemos un llamamiento a los responsables políticos que participan en las negociaciones del diálogo tripartito de la Directiva para que apoyen la versión del Consejo del texto, que sitúa en pie de igualdad la energía libre de carbono para alimentar edificios cero emisiones, y para que sigan garantizando que el papel vital de la red eléctrica quede debidamente reflejado" declaran y añaden que "excluir el uso de electricidad descarbonizada suministrada a través de las redes será contraproducente para la transición energética en varios ámbitos importantes".

Revisión

La revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios busca reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de energía en el sector europeo de la construcción de aquí a 2030, para conseguir que sea climáticamente neutro en 2050. También pretende aumentar la tasa de renovaciones de los edificios poco eficientes a nivel energético y mejorar el intercambio de información sobre la eficiencia energética.

Por eso, a más tardar en 2028, todos los edificios nuevos deberán estar equipados con tecnología solar cuando sea factible desde el punto de vista técnico y económico (en el caso de los edificios residenciales en los que se hagan reformas de consideración el plazo se alargará hasta 2032).

Los edificios residenciales tendrán que conseguir, como mínimo, la clase energética E en 2030, y la D en 2033 (en una escala que va de A a G, esta última corresponde al 15% de edificios menos eficientes del parque inmobiliario nacional de un Estado miembro). Los edificios no residenciales y públicos tendrán que conseguirla en 2027 y 2030 respectivamente.