Eléctricas

Las reformas eléctrica y del gas le cuestan 683 millones a Gas Natural Fenosa

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El consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca. EFE
El consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca. EFE

Gas Natural Fenosa salvó los muebles en 2014 al lograr un crecimiento en su beneficio del 1,2% gracias a la venta de sus torres de telecomunicaciones y a un entorno fiscal más favorable, porque la devaluación de las divisas norteamericanas, los ajustes de su negocio en la planta de gas de Damietta, en Egipto y el impacto regulatorio en España le restaron más de 700 millones al resultado que quedó finalmente en 1.462 millones, algo por debajo de lo que esperaba el mercado.

En la presentación  de los resultados a los periodistas, como horas antes lo hizo ante los analistas, el consejero delegado de la compañía, Rafael Villaseca, ha destacado el impacto que ha tenido en el ebitda del grupo las sucesivas medidas regulatorias en los sectores eléctrico y del gas de los tres últimos años, que ha cuantificado en 683 millones de euros. “El ajuste ha supuesto un duro esfuerzo económico”, ha dicho Villaseca.

El consejero delegado de GNF ha valorado positivamente los efectos de las medidas en el déficit eléctrico y ha dado por bueno ese esfuerzo porque, a su entender, “el nuevo marco regulatorio eléctrico garantizará la estabilidad financiera del sistema", mientras que la reforma del gas aporta "mayor estabilidad y predictibilidad". "2014 debería suponer el final de la incertidumbre regulatoria en España", ha sentenciado Villaseca.

El grupo alcanzó el año pasado un beneficio neto de 1.462 millones de euros, lo que supone un incremento del 1,2% en relación al obtenido en el ejercicio anterior. Gas Natural contabilizó unas plusvalías de 252 millones el año pasado por la venta de su negocio de telecomunicaciones, pero también unas provisiones por deterioro de activos de 532 millones, la mayor parte (485 millones) vinculadas a la planta de licuefacción de Damietta, en Egipto, que controla Unión Fenosa Gas, y un impacto negativo de 141 millones por el hachazo a las renovables y el ajuste del gas del año pasado.

Damietta lleva con problemas de producción desde que el Gobierno egipcio comenzase a destinar su propio gas natural al creciente consumo doméstico en lugar de enviarlo a la planta para su exportación, situación por la que la española solicitó un arbitraje internacional en 2013. Actualmente, el Gobierno egipcio estudia traer gas a Damietta desde el yacimiento de Tamar en aguas israelíes y la empresa confía en retomar la actividad a finales de año.

Villaseca ha confirmado que la compañía mantiene intacto el objetivo de cerrar 2015 con un beneficio neto de 1.500 millones de euros y un ebitda de 5.000 millones, tal y como se contempla en su actual plan estratégico, que ya tiene en cuenta la aportación de la chilena CGE. En paralelo, el consejero delegado ha anunciado que el grupo ya trabaja en un nuevo plan estratégico que presentará a final de año y en el que se marcarán las líneas del desarrollo de negocio una vez integrado el grupo chileno CGE.

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