La Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) ha publicado el informe _Subastas de energía renovable: estado y tendencias más allá del precio, _el sexto informe sobre este tema y el más completo, desde que, en 2012, publicara el primero de ellos sobre Las subastas de energía renovable en países en desarrollo.
El informe, que analiza las subastas realizadas en el mundo en 2017 y 2018, pone el énfasis en el diseño de las subastas, pues como señala, “las subastas diseñadas de manera innovadora pueden ayudar a alcanzar los objetivos específicos del país, más allá de la adquisición de electricidad al precio más bajo”.
Como recoge el informe, estos objetivos pueden incluir la integración de mayores proporciones de energía renovable variable en la red; aumentar la energía solar y eólica en particular; asegurar una mayor participación de las comunidades u otros actores nuevos y pequeños, y maximizando los beneficios socioeconómicos de las energías renovables.
Junto con objetivos tan diversos, garantizar la finalización oportuna del proyecto sigue siendo un objetivo primordial. Los proyectos deben estar en línea a tiempo y realizarse como se planearon. La entrega exitosa en términos de capacidad, energía y beneficios socioeconómicos, son requisitos previos para cumplir con los objetivos de energías renovables, así como para lograr una sostenibilidad más amplia para el desarrollo de los objetivos planteados.
A medida que las energías renovables se han ido generalizando, las políticas que impulsan su despliegue e integración están evolucionando rápidamente. Esta evolución refleja múltiples factores, incluido el cambio de las condiciones del mercado, nuevos desafíos técnicos y socioeconómicos, y la necesidad de garantizar una transición justa. A través del uso creciente de subastas, los responsables políticos han tratado de adquirir electricidad renovable de manera rentable y al mismo tiempo cumplir con otros objetivos económicos y sociales.
Generalización de las subastas y disminución de costes
Entre los hallazgos del estudio destaca el hecho de que las subastas de energía renovable continúan revelando precios competitivos para la energía renovable en los mercados de todo el mundo. El progreso que se ha producido en el campo de las energías renovables en los últimos años ha sido notable. Un total de 106 países habían adoptado el sistema de subastas competitivas de electricidad renovable a finales de 2018, frente a 8 que lo habían hecho en 2005. Solo en 2017 y 2018, años sobre los que versa el estudio, 55 países realizaron subastas, de los que la tercera parte lo hacía por primera vez.
Los precios globales de la energía solar fotovoltaica continuaron su tendencia a la baja, aunque a un ritmo más lento, mientras que la energía eólica terrestre mostró un precio promedio de subasta global ligeramente más alto en 2018 en comparación con el año anterior.
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