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La automatización ha sido durante mucho tiempo un factor propulsor del incremento de la productividad al sustituir la carga humana del trabajo manual, peligroso o pesado, por maquinaria. Desde la revolución industrial, la automatización ha hecho que las industrias sean más seguras y eficientes. Esta tendencia se mantiene hoy en día, con empresas de diversos sectores que despliegan tecnologías digitales más inteligentes para automatizar cada vez más los procesos, incluso aquellos que tradicionalmente se habían considerado de maniobra humana, exclusivamente. Sin embargo, a diferencia de otros sectores históricamente dependientes de la mano de obra, la industria del petróleo y el gas sigue intentando ponerse al día con la tecnología.

Las últimas previsiones de DNV GL sobre servicios de petróleo y gas indican que el sector se habrá automatizado en gran medida para el 2050. [1] Sin embargo, en el mercado actual solo las mayores empresas de petróleo y gas emplean tecnologías de perforación o de vigilancia automatizadas de plataformas y yacimientos u operaciones de medición de la presión y el flujo de petróleo.

En un futuro cercano, es probable que todos los aspectos de la exploración y la cadena de producción puedan automatizarse. Actualmente, las organizaciones petroleras y gasísticas pueden utilizar tecnologías móviles robustas para detectar peligros, gestionar reparaciones o tomar decisiones operativas, dejando el pensamiento estratégico a sus homólogos humanos.

La automatización proporciona importantes beneficios a una organización, entre los que se incluyen:

  • Ahorrar costes en la organización mediante la racionalización de los procesos y procedimientos en toda la cadena de producción
  • Reducir los errores en el análisis de datos importantes, mejorando el análisis corporativo y la capacidad de toma de decisiones
  • Crear un entorno más conectado y controlado cuando se combina con tecnología móvil, sensores integrados o equipos de visualización de datos
  • Reducir la interacción humana con maquinaria de difícil acceso o peligrosa para realizar tareas de riesgo
  • Mejorar la disponibilidad y la calidad de la comunicación y la colaboración, lo que conduce a una toma de decisiones más rápida y precisa que impulsa el crecimiento de la organización.

Los ejemplos actuales de automatización a través de dispositivos rugerizados en el mercado ya están aportando beneficios en la industria del petróleo y el gas.

Por ejemplo, la automatización de partes del proceso de perforación mejora la seguridad del personal, al tiempo que acelera el procedimiento general. Del mismo modo, los drones automatizados bajo el agua pueden llevar a cabo una serie de inspecciones en la infraestructura del lecho marino y transmitir los datos a un puesto de mando central, creando una mayor eficiencia y reduciendo la necesidad de buzos cualificados. Esto también mejora la seguridad del personal, ya que no es necesario que los buzos realicen inspecciones en condiciones desfavorables.

En una industria tan dependiente de las condiciones meteorológicas, los equipos de monitorización del tiempo también pueden utilizarse para detectar patrones meteorológicos y proporcionar señales de advertencia para tomar las precauciones pertinentes. Gracias a la instalación de sensores inteligentes, la tasa y el flujo de petróleo y gas se han vuelto más regulares, sin necesidad de personal y especialistas adicionales in situ.

Aunque son muchos los beneficios que aporta el proceso de automatización a quienes trabajan en la industria del petróleo y el gas, los primeros pasos suelen presentar desafíos a los cuales se deben hacer frente con las herramientas adecuadas.

El reto más evidente es el desconocimiento que supone la implantación de la automatización en los programas heredados. Esto requiere que las empresas adapten su formación interna, lo que pudiera desencadenar una resistencia cultural por parte de los miembros del equipo que no están preparados para el cambio. Sin embargo, al estar abiertos a adoptar nuevas competencias profesionales, quienes actualmente trabajan en el sector del petróleo y el gas, podrán prepararse para los futuros avances en la industria. Prepararse para un futuro más automatizado, al mismo tiempo que las organizaciones adoptan de forma continua nuevas herramientas tecnológicas, lo que supone un avance en conjunto y un crecimiento significativo de la empresa.

El actual impulso de la automatización en la industria del petróleo y el gas está allanando el camino para futuros desarrollos. La cadena de bloques, en particular, podría aportar enormes beneficios a las operaciones posteriores. Esta tecnología podría proporcionar un mayor control del proceso, desde la programación del mantenimiento de los equipos hasta la gestión de los registros de exploración, proporcionando así un registro seguro, transparente e inalterable en todos los aspectos de la organización. La aplicación exitosa de las tecnologías blockchain podría reducir la carga de trabajo del personal administrativo y aumentar el ahorro de costes en el futuro.

Del mismo modo, las plataformas automatizadas y las máquinas de producción de campo, podrían funcionar con una mínima interacción humana, con un impacto en el ahorro. La automatización de estos lugares mediante dispositivos de campo y sensores inteligentes aumentará la calidad, puntualidad y precisión de la comunicación entre las operaciones y los centros de control. Esto creará un nuevo entorno para los trabajadores que fomentará la resolución de problemas, la creatividad y la innovación, dando paso a una nueva ola de oportunidades de empleo basadas en la tecnología.

[1] https://eto.dnv.com/2017/oilgas

Frank Baldrighi es director de desarrollo comercial de Getac.

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