La compañía gallega Little Electric Cars, a través de su spin off, Little Energy, ha puesto en marcha el primer gran proyecto de reutilización de baterías de coches eléctricos en España. Se trata del proyecto “Battery Pack Second Life” que fue bendecido por la propia Comisión Europea como proyecto de interés común el pasado enero.
El objetivo del proyecto de Little Energy es la recuperación de las baterías de los coches eléctricos para su reutilización en nuevos sistemas de almacenamiento de energía para viviendas y pymes.
La solución planteada por Little Energy consiste en la recolección de baterías desechadas y el análisis de sus celdas, una a una, para recuperar las que estén operativas y, a partir de éstas, fabricar sistemas de almacenamiento de energía (ESS). Toda esta cadena de valor es posible gracias a la tecnología logística 4.0.
La producción de los nuevos ESS se destinará a viviendas o pymes con sistemas de autoabastecimiento de energía, mediante placas fotovoltaicas o aprovechamiento eólico.
Dependiendo de las necesidades del cliente final, estos sistemas de almacenamiento se fabricarán con 4, 8, 12 o 16 KW. Y estarán disponibles para ser instalados tanto en el interior como en el exterior.
Además, estos sistemas de almacenamiento también pueden destinarse a otros sectores económicos. Las propias necesidades del mercado han llevado a la compañía gallega a estudiar nuevos usos en el sector primario, terciario, e incluso como apoyo a sistemas de recarga. Un ejemplo de ello es el proyecto Green Bay, en el que también participa Little Energy, y que consiste en electrificar el transporte marítimo en la ría de Vigo.
Fabricación preserie para este año
Ahora mismo Little Energy está construyendo la planta de reutilización de estas baterías en la localidad de Mos. "Con las obras de la planta muy avanzadas, la previsión es que la línea piloto se ponga en marcha este mismo año, y la producción masiva comience en 2024. Ya en estos momentos se está trabajando en la fabricación de las primeras unidades preserie, de acuerdo con la cronografía del proyecto, que va cumpliendo los plazos previstos", explican desde la compañía.
En este sentido, Little Energy se encuentra en estos momentos en fase de captación de inversores, tanto institucionales como de capital privado. Según las previsiones de la empresa, se precisan unos cinco millones de euros para poner en marcha la línea piloto este mismo año.
Actualmente hay conversaciones ya muy avanzadas con algunas de las más importantes compañías energéticas de Europa, para llegar a acuerdos de diferente índole: desde participación accionarial hasta aportación de conocimiento para dotar de nuevos usos a estos sistemas de almacenamiento de energía.
Al mismo tiempo, se están negociando ya pedidos por cinco millones de euros, y para 2030 se prevé un volumen de negocio por valor de 25 millones, "de modo que el retorno de la inversión de los posibles accionistas está asegurado".
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