El mundo de la energía está cambiando a pasos agigantados. Casi sin darnos cuenta, la generación en la que vivimos ha asistido a grandes revoluciones energéticas. Sin ir más lejos, en este siglo hemos asistido a dos: el boom de las renovables y el auge del 'fracking'. ¿Quién lo iba a decir? Todo cambia y la manera en la que el mundo ha elegido suministrarse energéticamente también.
Pero la transición es lenta y todavía queda mucho camino por recorrer. La sustitución de unas fuentes de energía por otras no se ha producido, aunque el mundo camina poco a poco hacia una descarbonización del sistema. El archifamoso trilema energético del World Energy Council empieza a tomar forma. De los tres puntos, tanto la seguridad energética como la sostenibilidad ambiental parecen haber ganado el terreno a la equidad social en la que la energía tiene que ser accesible y asequible para todos. Pero también se está avanzando en este apartado.
Pero, ¿cómo se presenta el futuro más inmediato? Esta semana se ha celebrado en Londres el Bloomberg New Energy Finance (BNEF) Summit de la región de EMEA, donde expertos de la región han hablado largo y tendido durante dos días sobre el futuro de la energía en el mundo.
La principal conclusión a la que ha llegado **Michael Liebreich, fundador y presidente de BNEF, **es que estamos ante "la era de la abundancia energética". Sobra energía. El relevo se tiene que producir. El experto de BNEF quiso remarcar en su intervención las que cree él cuáles van a ser las tres grandes tendencias de los mercados energéticos en los próximos años:
1. Los combustibles fósiles baratos están aquí para quedarse, porque los costos de producción están cayendo.
2. Las renovables, aunque intermitentes, dominarán el suministro de electricidad en 2040, con enormes desafíos para los gestores de la red.
3. La demanda de electricidad se está aplanando, perdiendo su relación con el crecimiento económico.
'Fracking'
El primer punto se refiere claramente a la situación actual que vive el mercado del oro negro y de los combustibles fósiles en general. Liebreich cree que el precio del petróleo se acercará más a los 50 dólares que a los 90 dólares el barril en los próximos años. La principal causa que achaca esto es que la industria del fracking ha hecho los deberes y ha conseguido reducir sus costes de una manera drástica. Se puede decir que la caída del precio del crudo ha hecho aún más competitiva a la industria del fracking.
"El costo del shale gas se está hundiendo rápidamente y cada pozo está produciendo más", dijo Liebreich a los presentes en Londres. La curva de costes ha caído de una manera muy parecida a la de la energía solar fotovoltaica. "Ha habido una enorme cantidad de innovación en la industria del gas no convencional", comentó el fundador de BNEF.
Renovables
La otra gran revolución son las energías limpias. Las renovables son las grandes ganadoras de la batalla de los costes. Mientras sus precios continúan a la baja, los de las tecnologías tradicionales están subiendo. Según BNEF, el aumento de los costes para el funcionamiento de una planta de carbón y la caída de precios de los paneles solares dan señales de que la fotovoltaica podrá competir con los combustibles fósiles en el precio dentro de 10 años.
Además, todo el mundo, va a apostar por las renovables. Las energías limpias ganarán cuota en todos los mercados.
Eficiencia
El tercer punto se refiere a la demanda eléctrica, que en la actualidad está teniendo un comportamiento poco esperado por la mayoría. La eficiencia y el ahorro energético se ha implantado en todo el mundo. La crisis económica ha tenido mucho que ver. Los ciudadanos y las empresas se preocupan por los gastos energéticos. La demanda se está aplanando. La curva que tradicionalmente era muy parecida a la del PIB, ya no sigue ese mismo camino. Se encuentra un poco por debajo y a la larga eso se notará.
Por estos tres factores, Liebreich cree que estamos ante la era de la abundancia energética. Ser competitivos en costes está dando la razón a unos y otros. Tanto el fracking como las renovables han cambiado el panorama. A partir de ahora, la tecnología que más dificultades va a encontrar en el camino va a ser el carbón. Ser más cara y encima contaminante la deja en desventaja.
Sobra energía, y solo los más competitivos y sostenibles lograrán el éxito. Esa es la cuestión. Ahora solo falta esperar la respuesta, que no tardará mucho tiempo en llegar.
Geotermia y Biomasa
23/10/2015