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Los 30 grandes bancos que más financian nuevas centrales de carbón en el mundo

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Los bancos japoneses y europeos son los principales prestamistas, los bancos chinos son los principales inversores privados y las empresas estadounidenses son los mayores inversores institucionales para las centrales de carbón. Esas son las conclusiones del informe que acaban de publicar Urgewald, BankTrack y 30 ONG asociadas. Se trata de una nueva investigación que identifica a los principales inversores para la expansión de la flota mundial de centrales de carbón.

“El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el IPCC y los científicos del clima de todo el mundo han pedido una y otra vez una rápida eliminación de la producción de energía a base de carbón, pero la mayoría de las instituciones financieras todavía están haciendo oídos sordos. En los últimos tres años, las instituciones financieras han canalizado 745.000 millones de dólares a compañías que planean construir nuevas centrales eléctricas de carbón”, dice Heffa Schuecking, directora de Urgewald.

Los datos de las ONG abarcan tanto los préstamos como la financiación entre enero de 2017 y septiembre de 2019 para los 258 desarrolladores de plantas de carbón identificados en la Lista Global de nuevas centrales térmicas de Urgewald. En total, todavía hay más de 1.000 nuevas centrales o unidades de carbón proyectadas. Si se construyen, estos proyectos sumarían 570 GW a la flota global de centrales, lo que supondría un aumento del 28%.

"La mayoría de los principales bancos que otorgan préstamos o servicios de banca de inversión a estas compañías reconocen los riesgos del cambio climático, pero sus acciones son una bofetada al Acuerdo Climático de París", dice Greig Aitken, activista climático de BankTrack.

Principales prestamistas

Desde enero de 2017, 307 bancos comerciales han otorgado 159.000 millones de dólares en préstamos directos a la construcción de térmicas. Los tres principales prestamistas son los bancos japoneses Mizuho (16.800 millones), Mitsubishi UFJ Financial Group (14.600 millones) y Sumitomo Mitsui Banking Corporation (7.900 millones). Los puestos cuarto y quinto lo ocupan el estadounidense Citigroup (5.700 millones) y el francés BNP Paribas (4.300 millones).

Un desglose regional de los datos muestra que los bancos japoneses representaron el 32% de los préstamos directos a los desarrolladores de plantas de carbón desde 2017. Como dice Shin Furuno de 350.org Japan, “los tres principales bancos de Japón están socavando el Acuerdo de París y empañando su reputación como los prestamistas más grandes del mundo para nuevas térmicas. La gran banca internacional debe alinear sus carteras con los objetivos climáticos de París poniendo fin a la financiación del sector del carbón por completo y financiando activamente la transición hacia un futuro sin carbono ”.

Sin embargo, los bancos europeos no se quedan atrás. Representaron el 26% de todos los préstamos bancarios desde 2017. Greig Aitken de BankTrack comenta que “esto muestra cuán insuficientes son las políticas climáticas en la gran mayoría de los bancos. Si bien los principales bancos europeos como BNP Paribas y Barclays descartan la financiación directa de proyectos para nuevas plantas de carbón, estas instituciones continúan otorgando préstamos corporativos a empresas que están impulsando nuevas plantas de carbón”.

Lo mismo puede decirse del banco español Santander, uno de los principales patrocinadores de la Cumbre Climática de la ONU 2019 en Madrid. Carlota Ruiz-Bautista, abogada ambiental del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA), advierte que “Santander afirma que no proporcionará financiación directa a nuevas centrales de carbón, pero en 2018 y 2019 el banco otorgó préstamos corporativos por un total de 655 millones para PGE, Tauron y Energa, tres compañías que planean construir 5,7 GW de nueva capacidad de carbón en Polonia. De hecho, los datos muestran que el banco ha estado aumentando su financiación para desarrollar centrales año tras año desde 2017. El banco puede estar patrocinando la Cumbre del Clima de la ONU, pero sus préstamos están apoyando a que se siga quemando carbón".

Principales inversores de nuevas térmicas

Desde enero de 2017, 300 bancos comerciales han canalizado más de 585.000 millones a promotores de centrales de carbón mediante suscripción.

Los cinco principales suscriptores mundiales son todas instituciones chinas. Son el Banco Industrial y Comercial de China (33.000 millones), el Ping An Insurance Group (27.400 millones), la Corporación Internacional de Fideicomisos e Inversiones de China (25.700 millones), el Banco de China (24.100 millones) y el Banco de Desarrollo de Shanghai Pudong (22.400 millones).

Aunque los bancos chinos solo representan el 5% de los préstamos directos a los promotores, desempeñan un papel abrumador en lo que respecta a la suscripción. Desde enero de 2017, los bancos chinos representaron el 69% del total. Esta cifra refleja el papel dominante de China en el desarrollo de nuevas térmicas. Además de los 217 GW de nueva capacidad de China, las compañías chinas tienen planes de construir 54 GW de nueva capacidad de carbón en el extranjero.

Sin embargo, varios bancos japoneses, estadounidenses y británicos también son importantes suscriptores. Entre estos se encuentran Mizuho (14.3oo millones), Mitsubishi UFJ Financial Group (12.600 millones), Sumitomo Mitsui Banking Corporation (10.500 millones), Citigroup (8.800 millones), JP MorganChase (6.200 millones), HSBC (6.200 millones) y Standard Chartered (5.900 millones).

Principales inversores institucionales

Si bien los bancos desempeñan un papel central en ayudar a los desarrolladores de plantas de carbón a adquirir capital mediante la suscripción de sus emisiones de acciones y bonos, los compradores finales de estos valores son los inversores. Para 2019, el informe identificó a 1.922 inversores institucionales con participaciones combinadas de 276.000 millones en desarrollar nuevas centrales de carbón.

El mayor inversor mundial es el gigante de inversiones con sede en Estados Unidos BlackRock, que posee bonos y acciones por un valor de 17.600 millones en 86 desarrolladores de centrales de carbón. Los siguientes en la línea son el Fondo de Inversión de Pensiones del Gobierno de Japón (17.400 millones) y los administradores de inversiones estadounidenses Vanguard (12.400 millones) y Capital Group (9.000 millones).

Entre los inversores institucionales cubiertos en esta investigación se encuentran los fondos de pensiones, las compañías de seguros, los fondos mutuos, las compañías de gestión de activos, los fondos soberanos y los brazos de administración de activos de los bancos. Es probable que las inversiones de estas instituciones en carbón sean, de hecho, significativamente más altas de lo indicado. La cobertura de las bases de datos financieras de bonos a menudo es incompleta y muchos fondos de pensiones no informan de ello.

Un análisis regional muestra que los inversores estadounidenses representan el 29% de las inversiones institucionales en acciones y bonos. Los inversores japoneses representan el 23%, los inversores indios el 12% y los inversores europeos el 11,6%, de los cuales, casi el 30% están en manos de inversores del Reino Unido.

“La hipocresía de inversores como BlackRock es enorme. En abril pasado, el administrador de activos más grande del mundo publicó una nueva herramienta para ayudar a los inversores a identificar los riesgos relacionados con el clima en su cartera. A través de sus inversiones imprudentes en los desarrolladores de plantas de carbón, BlackRock, sin embargo, juega un papel importante en alimentar estos riesgos ”, comenta Doug Norlen de Friends of the Earth US.

Según el Informe del IPCC de 2018, la producción de energía a base de carbón debe reducirse en un 78% para 2030 si se quiere cumplir el objetivo de 1,5°C. Y cada nueva central eléctrica de carbón es un obstáculo adicional para lograr este objetivo. Por lo tanto, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha hecho un llamamiento para que "no haya carbón nuevo para 2020".

Algunas instituciones financieras han comenzado a tomar posición. En noviembre de 2019, el gigante de seguros francés, AXA, anunció que dejaría de asegurar o invertir en compañías que planean construir más de 300 MW de nueva capacidad de energía a carbón o desarrollar nuevas minas de carbón. En junio de 2019, Crédit Agricole se convirtió en el primer banco comercial en anunciar que prohibiría los servicios financieros a las compañías que planean nuevas centrales eléctricas de carbón, minas de carbón o infraestructura de transporte de carbón. En general, los inversores europeos que representan 7 billones en activos ya han adoptado políticas que excluyen esas inversiones.

"Estos ejemplos muestran lo que hay que hacer", concluye Schuecking. "Las instituciones financieras que continúan mirando al carbón están trabajando activamente contra los objetivos climáticos de París y están arruinando nuestras posibilidades de un futuro habitable".

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