El parque actual de ciclos combinados en España, si no se revisa su actual marco retributivo, acumularía unas pérdidas de unos 4.500 de euros hasta 2030, lo que prácticamente le condenaría al cierre por causas económicas y pondría en riesgo su papel como tecnología de respaldo de las renovables en la transición energética y la seguridad de suministro, según el estudio 'Situación actual y perspectivas futuras de los ciclos combinados' elaborado por PwC.
El informe, presentado en un encuentro digital celebrado por la Asociación Española del Gas (Sedigás), señala que el 70% de los ciclos combinados registran pérdidas operativas, lo que hace "muy probable" un cierre progresivo de muchas de estas plantas por cuestiones económicas.
A este respecto, PwC advierte de que el cierre de la potencia de los ciclos combinados actual, a pesar de que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Gobierno a 2030 prevé que se mantenga toda esta potencia de respaldo, implicaría realizar inversiones en nueva potencia firme, lo que podría suponer hasta tres veces más costes para el sistema que mantener la potencia firme actual.
Así, el socio responsable de Energía de PwC, Óscar Barrero, ha señalado que sin un marco regulatorio adecuado, esta tecnología no podría respaldar hasta 2030 a las energías renovables, tal y como marca el PNIEC, lo que supondría un impacto negativo en la garantía de suministro, así como en el proceso de transición ecológica.
Un mecanismo de capacidad
De esta manera, el estudio emplaza a iniciar, de "manera urgente", el proceso de aprobación de un mecanismo de capacidad similar a los ya implantados en otros países europeos, que asegure la viabilidad económica de los ciclos combinados y que permita acortar al máximo los plazos de tramitación por parte de las autoridades europeas.
En el encuentro, la presidenta de Sedigás, Rosa María Sanz, ha considerado necesario plantearse "cómo podremos lograr que el 74% de la energía provenga de fuentes renovables para 2030, tal y como marca el PNIEC, garantizando la seguridad y estabilidad del suministro", para lo que la garantía de los 51 ciclos combinados que se encuentran operando actualmente en España, con una potencia instalada de 25.000 megavatios (MW), "es imprescindible para encarar este proceso de transición".
Del mismo modo, durante el encuentro, se ha advertido de que un cierre anticipado por cuestiones económicas de las plantas de ciclos combinados pondría en riesgo la seguridad de suministro durante la transición ecológica y, por lo tanto, dificultaría la consecución de los objetivos medioambientales de una forma coherente para todos los sectores de la sociedad.
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