Política energética

Los 'contratos por diferencia' (CfD), el sistema de subasta de renovables que triunfa en Reino Unido

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La subasta de renovables de Reino Unido abre su puerta desde hoy, miércoles 29 de mayo, hasta el 18 de junio. Y esa ventana tiene sentido porque su sistema difiere y mucho de cómo se han hecho en otras partes del mundo. Utilizan los 'Contratos por Diferencia' (CfD), uno de los mecanismos clave implementados por el Gobierno del Reino Unido como parte de la Reforma del Mercado Eléctrico para incentivar la inversión en nuevas tecnologías renovables, como la eólica marina, la de las olas o la de las mareas.

Los CfD incentivan la inversión en renovables al asegurar a los desarrolladores de proyectos el precio necesario para cubrir los altos costes iniciales y una vida útil protegida de los precios volátiles del mercado mayorista. Además, también así evita a los consumidores asumir pagar mayores costes aún cuando los precios de la electricidad son altos.

Pueden acceder a los CfD los generadores renovables ubicados en el Reino Unido que cumplen con los requisitos de elegibilidad. Lo solicitan enviando lo que es una forma de "oferta sellada". Hasta la fecha ha habido dos subastas o rondas de asignación, donde se ha podido comprobar las diferentes tecnologías que compiten entre sí por un contrato.

Los ganadores de estas subastas firman un contrato privado con la Compañía de Contratos de Bajo Carbono (LCCC), de propiedad estatal y se les paga una tarifa fija (indexada) por la electricidad que producen durante un período de 15 años, que coincide con la diferencia entre el "precio de ejercicio" (un precio para la electricidad que refleja el coste de invertir en una tecnología particular baja en carbono) y el "precio de referencia" (una medida del precio promedio de mercado de la electricidad en el mercado de GB).

El Departamento de Energía BEIS (Department for Business, Energy and Industrial Strategy), planea adjudicar varios proyectos para los períodos 2023-2024 y 2024-2025, hasta alcanzar una capacidad de 6 GW que es el objetivo a asignar. El presupuesto general aplicable a esta Ronda de asignación de CfD es de 65 millones de libras (unos 73 millones de euros). La próxima licitación de CfD se llevará a cabo con posterioridad a 2021 y, luego se prevén más subastas cada dos años, pero se pretende que puedan participar proyectos renovables de eólica marina, eólica en islas remotas y también la energía de las olas y la energía de las mareas.

En la última ronda, en septiembre de 2017, dos proyectos de energía eólica marina se adjudicaron contratos de CfD a 57,50 libras/MWh (64,10 €/MWh), una reducción del 50% en los costes de los contratos adjudicados 30 meses antes.

"Es una opción muy interesante que garantiza un precio suelo a largo plazo, y por tanto una rentabilidad de los proyectos que se pretenden construir", señalan fuentes del sector eólico, "en realidad se trata de un producto financiero intermediado por una empresa pública que podría servir como base a los PPAs a los que pretenden llegar la industria electrointensiva y los proyectos renovables. En el Estatuto del Consumidor Electrointensivo se busca la garantía del Estado y ésta sería una buena fórmula".

"En realidad no son tan novedosos los CfD, de hecho todos los derivados de electricidad que se negocian en España ya son CfD (futuros, productos de MEFF, de OMIP, etc)", explica por su parte Javier Colón, gerente de la consultora Neuro Energía, "se trata de hacer un acuerdo a futuro para comprar electricidad. El que compra recibe la diferencia si el precio de la electricidad está por encima del precio pactado y si no, la recibe el que vende".

"El problema en España es que lo que busca el promotor renovable es conseguir la financiación de un proyecto y la entidad que lo financia busca garantías, pero los compradores, en el caso de que sean los industriales electrointensivos, no pueden ofrecer esa garantía", continúa Colón, "así que lo único que haría funcionar estos PPAs es que el Estado garantizase, en caso extremo, que fuera él quien asumiera los pagos, pero el formato de Reino Unido no serviría para dinamizar el mercado de los PPAs en España. Y es que mientras no haya una garantía de pago, será difícil que se firmen muchos contratos".

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