El mayor fabricante de aerogeneradores eólicos del mundo, Vestas Wind Systems, anunció un récord de pedidos la semana pasada y unas ganancias superiores a las estimaciones de los analistas. Vestas ganó 125 millones en el segundo trimestre del año, un 33% más que en el mismo período de 2014, gracias a un aumento del 56% en la cartera de pedidos.
Los fabricantes de aerogeneradores europeos como Nordex y Gamesa Corporación también están viendo crecer sus pedidos como consecuencia de las políticas favorables a las energías limpias que, como ha ocurrido con la decisión final del plan de energía limpia de Estados Unidos, publicado el pasado 3 de agosto, “premia a los estados de EEUU para que jubilen los combustibles fósiles y construyan instalaciones renovables”.
La cartera de pedidos de Gamesa, en concreto, se ha situado en 2.847 MW, cantidad un 49% superior a la que tenía hace un año. El fabricante de aerogeneradores español ha duplicado su beneficio neto en el primer semestre del año, al pasar de 42 millones en la primera mitad de 2014 a 97 millones en el mismo periodo de 2015, impulsado por el efecto extraordinario de la creación de una sociedad dedicada a la eólica marina, Adwen y al repunte de las ventas, que crecieron un 30,8%, hasta los 1.651 millones.
Gamesa ha visto sus acciones subir un 90% este año, seguido de cerca por Vestas y Nordex. Y es que los proyectos eólicos, la fuente más barata entre las energías renovables, siguen creciendo en la mayoría de los mercados, a excepción hecha de España. De hecho, según los pronósticos de Bloomberg New Energy Finance (BNEF), crecerán un 25% en 2015 hasta alcanzar una capacidad instalada récord de 60GW.
El gobierno del Reino Unido está siendo especialmente favorable para la energía eólica marina en un intento de reducir las emisiones de carbono del país, ya que ha venido dando la espalda a eólica terrestre por el rechazo que produce entre la población. De hecho, el regulador energético del Reino Unido concedió la semana pasada a Macquarie Holdings y a 3i Infraestructure una licencia para adquirir y operar una línea de transmisión de energía eólica marina por 269 millones de libras (375 millones de euros) en el Mar de Irlanda. La licencia permite a la empresa West of Duddon Sands Transmision gestionar el enlace que transportará la energía que generan los 389 MW del parque de West of Duddon Sands a tierra.
A raíz de los generosos subsidios europeos para demostrar su viabilidad técnica, la industria de la energía eólica marina debe ahora reducir los costes para que el sector pueda competir de forma autónoma, de acuerdo con la nota Route to offshore wind 2020 LCOE target, publicada por BNEF. “Estimamos que los costes (LCOE) de la energía eólica marina estarán en torno a los 176 dólares / MWh“, dicen los analistas BNEF. Los analistas pronostican reducciones de costes del 18,1% para el 2020 si los factores que incluyen los costes de desarrollo, operación y mantenimiento, y financiación cumplen las previsiones.
En otras zonas de Europa, MHI Vestas Offshore Wind obtuvo una orden condicional de turbinas de 450MW para el proyecto de Borkum Riffgrund II de Dong Energy en la costa alemana.
Los desarrolladores eólicos también están mostrando una mayor confianza en Brasil, donde la semana pasada se vendió en una subasta seis veces más energía, como ya ocurriera en una subasta anterior en abril. En esta ocasión, los contratos fueron ganados para vender la energía de 538,8 MW eólicos a un precio promedio 51,90 dóalres/ MWh.
Instituciones como la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Banco de Desarrollo de Asia están apoyando proyectos eólicos en lugares donde la industria es más incipiente. Estas dos instituciones están secundando un proyecto de 63 MW de Indo Wind Power Holdings por 140 millones de dólares en la provincia de Sulawesi, en Indonesia. En el continente africano, Gulf Energy of Kenya firmó un acuerdo con el condado de Meru para construir una planta eólica de 100 MW.