La caída de los precios del petróleo están poniendo en muchas dificultades a las empresas petroleras. Recortes de plantilla, paralización de inversiones, proyectos abandonados, problemas de financiación, etc. La semana pasada este diario habló del aluvión de despidos en el sector petrolero, sobre todo en EEUU, pero poco a poco se está contagiando a otros mercados. Y claro, allá donde hay problemas, surgen los fondos de inversión. Allá donde hay oportunidad de negocio, los grandes fondos sobrevuelan y no lo dudan. Invierten.
Tras varios años con el sector petrolero intratable con un barril a más de 100 dólares, ahora están surgiendo las oportunidades. Así lo explica el presidente de Blackstone, Tony James. "Nuestra gente está luchando para entrar". Una de las mayores firmas de private equity del mundo tiene pensado invertir más de 10.000 millones de dólares en los próximos años en el sector energético, sobre todo en las compañías petroleras.
"En los próximos 18 meses muchas empresas van a entrar en problemas. Va a haber todo tipo de reorganizaciones en los próximos tres años", ha asegurado el CEO de Blackstone, Steve Schwarzman.
Las oportunidades de negocio saldrán en las empresas con problemas financieros. Las inversiones pueden llegar por varios caminos. Desde entrada en el capital, financiación de proyectos de extracción de petróleo hasta compra de deuda. "Los bonos de alto rendimiento vinculados a las empresas de energía han caído un 17% desde que los precios del petróleo alcanzaron su punto máximo. Una caída sostenida en el crudo puede provocar un aumento significativo de la morosidad de las empresas de energía", dijo Deutsche Bank AG en un informe en diciembre de 2014.
"Estamos acelerando nuestros planes para recaudar capital adicional para aumentar nuestra presencia actual en el negocio de la energía" en GSO Capital Partners, la unidad de crédito de la empresa, ha explicado Schwarzman.
Blackstone acaba de cerrar un fondo de 4.500 millones, con el objetivo de ayudar a las empresas con problemas. Está hablando con sus clientes para llegar a 1.000 millones de dólares y poder financiar a algunas pequeñas empresas con problemas. El fondo se ha fijado sobre todo en las compañías que se dedican al fracking en EEUU, uno de los sectores que más problemas tiene tras las fuertes inversiones realizadas.
Pero Blackstone no son los únicos que han visto esta oportunidad en el mercado petrolífero. El fondo de inversión Apollo ha registrado un fondo la semana pasada que invertirá en activos energéticos ilíquidos. Se espera que la cifra sea milmillonaria pero el fondo aun no ha detallado a cuanto ascenderá la inversión final.
Carlyle ha asegurado hace pocas semanas que lleva invertidos más de 7.000 millones de dólares en empresas y activos energéticos. En esta partida incluye el primer fondo internacional de energía que ha creado la firma, más otros fondos dedicados exclusivamente al mercado norteamericano.
También KKR quiere entrar en la guerra de los activos petroleros con problemas. Está buscando inversores para la creación de un nuevo fondo de hasta 3.000 millones de dólares para situaciones especiales en empresas con problemas financieros, entre ellos los afectados por el desplome de los precios del petróleo. Además, tiene otros 2.000 millones en activos de petróleo y gas.
Las gangas han llegado al sector petrolero y cuando los fondos huelen problemas ahí están para hacer negocio.
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