Petróleo & Gas

Los hidrocarburos, la medicina de Soria para salvar a la industria

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El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. FOTO: Minetur.

El responsable de la cartera de Industria, José Manuel Soria, es consciente de que para que la industria española sea competitiva es crucial que tenga unos costes energéticos en línea con los vigentes en el resto de los países europeos, que son de media un 10% inferiores a los españoles. Para conseguirlo tiene ante sí una ardua tarea y un largo camino que recorrer.

Pero las dificultades no le han echado para atrás. Soria ha abierto dos frentes de batalla: el primero, reducir el déficit de tarifa y conseguir abaratar unos costes de la electricidad muy por encima de la media de nuestros socios europeos; el segundo, allanar el camino al fracking o fractura hidráulica y a los sondeos petrolíferos, siguiendo la pauta que tan buenos resultados está dando en Estados Unidos. Si la jugada le sale bien, mataría dos pájaros de un tiro, ya que apuntalaría de paso la tendencia decreciente de la dependencia energética al tiempo que daría un paso importante en materia de seguridad de suministro.

La intención es buena, pero los resultados, no tanto. La batalla por la tarifa eléctrica es harto complicada y a la vista de los resultados-hace unos días el ministro reconocía que habría déficit de tarifa a finales de año- ha optado por reforzar el frente de los hidrocarburos, donde la dependencia de España es total. Aquí cuenta con el mundo empresarial como aliado, cosa que no ha ocurrido en la electricidad, y con unas sentencias del Tribunal Constitucional (TC), que le están facilitando la labor.

Apuesta por el 'fracking'

Así, en la agenda de la reindustrialización, Industria ha optado por hacer frente a las protestas sociales y la oposición de las autonomías –especialmente Cantabria y Rioja, cuyas leyes anti fracking han sido tumbadas por el TC, aunque también el País Vasco y Navarra-para impulsar el desarrollo de la fractura hidráulica y los sondeos petrolíferos con el objetivo claro de mejorar los costes de la industria asociados a la energía.

El equipo de Soria considera prioritario favorecer el_ shale gas_ para asegurar un suministro energético estable y competitivo, y apoyarlo con otro tipo de iniciativas, como  impulsar el mercado interior energético europeo, aumentar la competencia y transparencia en los mercados eléctricos o crear un Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE) para invertir en procesos que permitan reducir el consumo energético.

Plataforma petrolífera de Repsol. FOTO: Repsol

De lo que no cabe duda es que Industria quiere sacar partido a la fiebre del fracking desatada en los cinco continentes tras el éxito exploratorio alcanzado en este campo por Estados Unidos y ahuyentar la  amenaza seria de un  proceso de deslocalización de la industria nacional, tal y como acaba de advertir la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que cuantifica en 30 millones el número de empleo que Europa podría perder por el boom del shale gas en EEUU. Un síntoma claro de este interés es la acumulación de permisos solicitados para investigar la existencia de hidrocarburos: además de los 23 permisos de explotación vigentes, actualmente se han concedido 68 autorizaciones de investigación y otras 55 esperan respuesta por parte de las autonomías o del Estado.

Y es que el gas y el shale gas están llamados a jugar un papel importante en España. El gas representa hoy el 22% del mix energético español, y esa participación crecerá en los próximos años. Tenemos una de las mejores redes gasistas de Europa y capacidad para producir el doble de la electricidad que consumimos. España, además, no es dependiente del gas ruso como los son otros países de la UE28 como Polonia (63%), Alemania (24%) o Finlandia, Estonia o Lituania (100%). Según datos de Enagás, importamos gas de 11 países. El 40% llega por gasoducto desde Argelia o Noruega. Y el otro 60% lo importamos como gas natural licuado (GNL) proveniente de Nigeria, Perú y el Golfo Pérsico, entre otros. España es, efectivamente, el tercer país en nivel de consumo de GNL por detrás de Corea del Sur y Japón.

Cuestión de seguridad

El otro frente de los hidrocarburos, insertado en la estrategia de seguridad, es la realización de prospecciones petrolíferas que permitan reducir la dependencia exterior en materia energética, que según los últimos datos de Eurostat es  del 73,3% y que en el caso de los hidrocarburos es prácticamente del 100%. Sólo Italia –cuyo consumo energético depende en un 80,8% del exterior– se encuentra peor que España entre las grandes naciones de la Unión Europea. La alta dependencia de España del exterior en relación al consumo energético tiene mucho que ver también con la presión fiscal. La carga impositiva respecto de la media de la Unión Europea es sensiblemente inferior, lo que supone un incentivo a la utilización de las energías fósiles, precisamente, de las que carece España.

Y para remediarlo, el primer paso dado por Soria, a costa de ganarse la oposición de sus paisanos de Canarias, ha sido la autorización a Repsol para la realización de dos sondeos petrolíferos frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura. Habrá que esperar a los resultados, pero a poco que se obtenga algo positivo y las auditorías medioambientales no lo impidan, a buen seguro que a los sondeos canarios les seguirán los de Málaga y Baleares. Al tiempo.

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Un comentario

  • AI

    AI

    29/08/2014

    Petróleo y gas para salvar la industria? Claro, como hemos sido la gran potencia petrolera mundial en el pasado.... si empezaran los sondeos para el gas hoy, cuyo objetivo sería evaluar la realidad de las reservas existentes, hasta dentro de 10 años en el mejor de los casos no veríamos una molécula; mñas que salvar le van a dar la extrema unción y la redención eterna con estos plazos.

    Y el petróleo? Ah sí! Que Repsol es una ONG y unos patriotas!! Todo el que encuentren nos lo van a dejar baratito a los españoles. Como el mercado petrolero no es global, ni el precio tampoco...

    Sinceramente, más le hubiera valido al ministro encomendarse a una virgen (que pregunte a sus colegas Fátima y Jorge, que tienen buenas conexiones) para salvar la industria.

    Lo que más me molesta es que encima piensen que somos tontos y que insulten de esta manera a nuestra inteligencia.

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