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Llama la atención que, en una entidad muy orientada a consumidores privados, se haya elegido como elemento fundamental en la comparación la potencia general y por metro cuadrado (eficiencia) obviando otros factores quizás más importantes para el consumidor. Es curioso que se meta en el mismo saco paneles de 60 y hasta de 96 pasando por unas supuestas 120 que en realidad son medias células.

Lo cierto es que las marcas ganadoras son todas buenas y fiables, pero los resultados no dejan de ser muy sorprendentes. Me imagino que, con el ánimo de dar al estudio la mayor transparencia, proporcionan los supuestos precios de venta ¡al céntimo!, con una calidad muy similar de los paneles, el estudio nos informa de diferencias de precio por unidad de potencia de hasta un 60%, cosa que sabemos que no es cierto.

Por otra parte hace referencia a un test de la OCU, pero no explica en qué consiste dicho test. ¿Han hecho una prueba de potencia en un laboratorio certificado? ¿Son públicos esos resultados?

No critico la buena intención de la OCU, pero su capacidad de acceder a medios generales con estudios manifiestamente mejorables, sólo pueden generar confusión y perjudicar a fabricantes que no tengan la suerte de meterse en su “ranking”. A parte de precio y potencia, como en cualquier producto, se debería analizar la fiabilidad, las garantías y otros factores de transparencia de cara al consumidor.

Estamos ante un mercado nuevo y muy esperanzador al que hay que contribuir con una información clara y transparente que ayude al cliente a entender mejor qué es lo que compra.

Por cierto,  una instalación fotovoltaica no son sólo paneles. Pero esa es otra historia…

Ernesto Macías es director general de Solarwatt España.

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Un comentario

  • Ignacio

    Ignacio

    04/09/2019

    Supongo que un consumidor puede ver los datos de potencia de los paneles en las hojas técnicas de productos certificados por la UE y sometidos a dichas pruebas y que los datos de la OCU no deberían diferir sustancialmente de esas especificaciones. En cuanto a los precios también deberían indicar la metodología utilizada para obtenerlos: ¿Son precios medios? ¿precios para instaladores o consumidores finales? ¿Que canales de comercialización han consultado y cual es su distribución geográfica? En el fondo, el consumidor acabará pidiendo presupuestos a instaladores autorizados y cada uno de ellos maneja distintas marcas y paneles y lo que hay que hacer es pedir presupuestos a varios instaladores.

    Y si, resulta extraño sacar una lista de 18 y excluir a un montón de fabricantes. Debería aer una lista lo más exhaustiva posible.

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