Alrededor de un tercio del regadío o, lo que es lo mismo, cerca de un millón de hectáreas agrupadas en 200 comunidades de regantes comprarán la energía de forma conjunta en un plazo de poco más de un año, lo que permitirá rebajar unos cinco millones de euros su coste energético anual, según las estimaciones de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE).
Esta cantidad representa aproximadamente el 10% del total de los costes variables de la energía que deben asumir estas comunidades de regantes al año. Se trata en cualquier caso de los costes de la energía no regulada por el Gobierno, pues sobre los costes fijos regulados no cabe posibilidad de negociación alguna.
Actualmente, más de una veintena de comunidades de regantes se encuentran ya agrupadas en esta central de compras sumando cerca de 100.000 hectáreas y sólo durante la última campaña de riego comprendida entre los meses de abril y octubre, consiguieron unos ahorros por encima de los 150.000 euros.
Esta compra conjunta de electricidad supone una solución para hacer más llevadero el incremento de más de un 100% experimentado por la factura eléctrica desde que en 2008 desaparecieran las tarifas especiales para riego y a la espera de que vea luz el paquete de medidas planteado al Ejecutivo para levantar un escenario energético más competitivo.
Si bien es cierto que recientemente los regantes consiguieron una fiscalidad eléctrica más ventajosa, con una exención del 85% en el impuesto de la electricidad y una reducción de módulos, que supondrá un ahorro anual de 54 millones de euros, se necesitan soluciones definitivas como el pago de la potencia real registrada y no la teórica contratada o la aplicación de un IVA reducido para compensar realmente los más de 300 millones de euros extras que pagan a las eléctricas con respecto a hace seis años.
El ahorro de sumar fuerzas
Por lo pronto, la suma de fuerzas en la compra de energía es lo que permitirá realmente obtener unos costes energéticos cada vez más reducidos. De ahí que algunos países de los asociados también a la Comunidad Euromediterránea de Regantes (EIC) –que incluye estados del sur de Europa y norte de África- están estudiando la posibilidad de adherirse a esta iniciativa, pues comparten con los regantes españoles la misma problemática derivada del riego modernizado, de menor consumo de agua, pero de mayor demanda eléctrica, lo que reduce sus márgenes de rentabilidad.
La central de compras no sólo permitirá a los regantes adquirir electricidad a un precio más económico sino también contar con un asesoramiento experto energético en optimización de potencia contratada, como consecuencia del convenio firmado con Energía Plus; algo que será de gran utilidad si finalmente se introducen los cambios legislativos para modificar los peajes de acceso, que implicarán cambios en los periodos tarifarios y la desaparición de algunas de las tarifas ahora mismo en vigor.
Según el presidente de Fenacore y la EIC, Andrés del Campo, “aunque estemos en manos de un sistema eléctrico que pretende hacernos creer que no hay posibilidad de modificar unas tarifas tan injustas para el regadío por penalizar el uso estacional de la energía, éste es otro camino para rebajar los costes junto a otras fórmulas como la producción de energía de forma distribuida en las diferentes zonas regables para autoconsumo aprovechando, donde sea factible, los recursos disponibles: agua, sol y aire. El tener que asumir unos costes energéticos desproporcionados producto de la herencia de una política energética nacional mal encaminada está haciendo casi imposible amortizar los más de 5.000 millones de euros invertidos en la modernización del regadío”.
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