Las situaciones puntuales, y más si son excepcionales, pueden no dejar ver el contexto general. Desde AleaSoft, analizarán en su próximo webinar la naturaleza excepcional de la situación de precios altos actual en los mercados de energía, tanto de electricidad, como de gas y de CO~2~, y lo enmarcarán dentro del comportamiento general de los precios en los mercados de energía.
Salvo algunas destacadas excepciones de medios especializados en el sector de la energía, los mercados eléctricos y sus precios volátiles son una fuente de titulares alarmantes, que muchas veces rozan el sensacionalismo. Es entendible querer destacar las situaciones excepcionales que se dan en los mercados, pero también es importante transmitir un mensaje de optimismo y tranquilidad, tanto a consumidores como a productores, ya sea la situación de precios altos como la actual o de precios muy bajos como, por ejemplo, durante 2020 y en febrero de este año.
En ese aspecto, desde AleaSoft, siempre han perseverado en intentar explicar la excepcionalidad y el carácter coyuntural de muchas de las situaciones de los mercados de energía que llenan los titulares cada cierto tiempo, y del equilibrio en que se mueven los precios cuando se analizan con una visión de largo plazo.
Los movimientos de los mercados eléctricos y su impacto real
La gran mayoría de episodios de precios extremos o de grandes variaciones de precios en los mercados eléctricos son coyunturales. Los precios están influenciados por muchos factores, y muchos de estos factores se correlacionan y retroalimentan entre ellos. Por lo que es habitual y recurrente encontrar una combinación de factores o acontecimientos que provocan grandes variaciones en los precios y que pueden causar una situación de alarma.
Una situación que se ha dado algunas veces, y que es un ejemplo claro, es una ola de frío. Durante una ola de frío, la demanda de electricidad aumenta debido al uso de las calefacciones eléctricas y, si viene acompañada de una tormenta, de la iluminación por la menor luz ambiental existente. Un aumento de la demanda de electricidad provoca, obviamente, un aumento de los precios en los mercados de electricidad. Pero, además, con la bajada de las temperaturas también aumenta la demanda de gas para las calefacciones que funcionan con este combustible. Eso hace aumentar los precios del gas ya que aumenta su demanda y disminuyen las reservas. Pero la generación de electricidad, y más en situaciones de alta demanda, también usa gas en las centrales de ciclos combinados, y eso hace encarecer aún más los precios de la electricidad. Además, el aumento de precios del gas acostumbra a incentivar los precios de los derechos de emisión de CO~2~ que también acaban aumentando. Eso provoca un aumento de costes en las centrales de ciclos combinados que acaban por encarecer más los precios de la electricidad.
Como se ha comentado, una combinación coyuntural de acontecimientos que acaban provocando una variación importante de los precios. Pero más allá de lo excepcional de estas situaciones, hay que analizar cuál es el impacto real en los costes para los consumidores y en los ingresos de los generadores. Para ello, hay que mirar siempre en el medio y el largo plazo, y, cuando se aleja el zoom de las situaciones puntuales, se observa que el promedio de los precios es estable, fluctuando alrededor de un precio de equilibrio.
La existencia de un equilibrio en el mercado eléctrico
Este precio de equilibrio es el que hace posible que el mercado funcione. Es un equilibrio entre la oferta y la demanda. Un equilibrio entre el coste de la generación de la electricidad y el precio que los consumidores están dispuestos a pagar. Un equilibrio entre el retorno de la inversión a largo plazo y la expectativa de crecimiento de la demanda.
Que los precios fluctúen alrededor de un punto de equilibrio significa que los mismos no pueden ser demasiado altos durante demasiado tiempo. Eso desincentivaría la demanda y se daría una situación de sobreoferta que presionaría los precios a la baja. Tampoco los precios pueden ser demasiado bajos durante demasiado tiempo, porque eso estimularía la demanda mientras que desincentivaría la inversión en nueva capacidad, lo que llevaría a una situación de escasez de suministro con un aumento de los precios.
Así, las fluctuaciones de los precios en los mercados eléctricos son un fenómeno normal y habitual que continuará sucediendo en el futuro. Lo importante es no focalizar la atención en los períodos excepcionales y analizar siempre el medio y largo plazo. Porque en algunas situaciones los perjudicados serán los consumidores y en otras ocasiones, lo serán las plantas generadoras de electricidad.
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