Mazda vuelve al pasado para mover el futuro

La estrategia eléctrica de Mazda sigue avanzando pasos y tras lanzar su primer eléctrico, el MX-30, y adentrarse en el mundo de la hibridación enchufable con el CX-60, ahora la firma nipona echa la vista atrás para escribir su futuro. Nos explicamos, si eres un millenial y tienes conciencia de cómo era Mazda a finales del siglo XXI seguramente recuerdes un término en especial: motor rotativo.

Un tipo de motor que se hizo famoso con el primer RX-7 y que luego tuvo continuidad con el RX-8 hasta que en el 2012 desapareció por completo. Sin embargo, en este tiempo Mazda ha seguido coqueteando con la tecnología en este tipo de bloques lanzando incluso un concepto que podía funcionar tanto con hidrógeno como con gasolina. Pero ahora ha vuelto a la vida y lo ha hecho bajo una carrocería ya conocida como es la del MX-30.

El crossover compacto fue lanzando en 2020 convirtiéndose en el primer eléctrico de la firma nipona, convirtiéndose en la punta de lanza de su estrategia cero emisiones. Sin embargo dado que este tipo de movilidad avanza con lentitud en algunos mercados, Mazda ha decidido dar un paso hacia atrás para posteriormente dar dos al frente con el lanzamiento del MX-30 e-Skyactiv R-EV.

El doble de recorrido

Una denominación más compleja de recordar de lo que en realidad esconde que no es otro que la tecnología eléctrica de autonomía extendida o como lo catalogan en la propia marca como un híbrido enchufable. Para ello el crossover equipa una nueva generación de motores rotativos bautizado como 8C. Gracias a su compacto tamaño se aloja en el vano motor, junto al generador y a un motor eléctrico que entrega 125 kW (170 CV) y 260 Nm.

Aunque como decimos la marca habla de un híbrido enchufable es el motor eléctrico el que mueve siempre al conjunto y para alimentarlo se opta por una batería de 17,8 kWh de capacidad (la mitad que en el 100% cero emisiones) proporcionándole una autonomía de 85 kilómetros en conducción eléctrica (el ev homologa 220). Cuando esta se agota, el motor rotativo actúa de generador cargando la batería a través del combustible guardado en un depósito de 50 litros incrementado así el rango de actuación hasta los 600 kilómetros, es decir, el triple que el del EV.

Cuesta lo mismo que el eléctrico

Lógicamente, como es un eléctrico de autonomía extendida en nuestro país lucirá el sello CERO de la DGT. Además una de las peculiaridades es que Mazda lo equiparará en precio al MX-30 eléctrico por lo que el PVP del R-EV arranca en los 38.050 euros en combinación con el nivel de acabado Prime Line. Respecto a su diseño, el modelo que ha sido mostrado en el Salón de Bruselas pertenece a la Edition R, una edición especial que estará disponible cuando salga a la venta y que se caracteriza por su exclusivo color Maroon Rouge Metallic, inspirado en el Mazda R360 Coupé, el primer turismo de la compañía, y una serie de elementos de diseño específicos, como un emblema en forma de rotor grabado en relieve en los reposacabezas de los asientos.

¿Vuelve el motor rotativo para los superdeportivos?

Aprovechando el regreso de este motor rotativo, los rumores ya han empezado a sonar alrededor de los cuarteles generales de Mazda y es que según parece haber comentado en _Autocar, _Yoshiaki Noguchi uno de los responsables de la división de desarrollo de sistemas de propulsión de la marca, la firma nipona todavía sueña con la idea de recuperar este motor para un coche de altas prestaciones con la frase “Rotary es nuestro símbolo”. De momento no adelanta mucho más pero sí asegura que esta generación del motor 8C es mucho más liviano pero sobre todo eficiente que los anteriores, algo que han conseguido implementando la inyección directa, utilizando carcasas laterales de aluminio, ejecutando una relación de compresión más alta de 11,9 y cambiando el grosor del sello del vértice y aplicando un nuevo revestimiento. De momento queda en un posible pero como soñar es gratis… empezaremos a soñar.