La propuesta de Ciudadanos en materia energética no ha variado mucho de lo que presentó en la última campaña electoral del pasado mes de diciembre. Melisa Rodríguez, portavoz de Energía de Ciudadanos (C's), vuelve a recordar el escenario al que se enfrentan los políticos de cara al 26J y por eso su partido apuesta por el Pacto de Estado de energía como único modo de crear un escenario estable, predecible y con competencia sana.
¿Cuáles son las líneas programáticas que Ciudadanos propone en el sector energético?
La principal será el Pacto de Estado por la energía. Ésa va a ser la línea fundamental en la que vamos a trabajar en la próxima Legislatura, manteniendo las reuniones que sean convenientes. Y es que cuando se hace un plan de energía, los frutos o los resultados se verán a los 10, 20 o 30 años, y eso no da rentabilidad política, así que lo que se ha hecho hasta ahora es poner parches para tener algún resultado cada cuatro años y usarlo electoralmente. No entramos a valorar quién ha hecho mejores o peores políticas hasta el momento, lo que sí que tenemos claro es que es importante que nos sentemos y que el Pacto de Estado vaya mucho más allá que las fuerzas que vayan a formar Gobierno.
El Pacto de Estado por la energía tiene que ser real, de todas las fuerzas políticas, para que tengamos un mercado estable, para que tengamos un proyecto futuro, para que tengamos unos objetivos a corto, medio o largo plazo, que dé además estabilidad al sistema, seguridad jurídica, y que independientemente de que se vayan cambiando los sucesivos gobiernos, no se vayan haciendo reformas de las reformas de distintos planes energéticos, con unas políticas siempre ligadas a lo que está pasando en el plano internacional y en Europea.
Tenemos claro que el futuro va a girar a las renovables, que es la tendencia mundial, pero creemos que es necesario que haya unos plazos, unas pautas, para que todo el sector se pueda ir adaptando.
¿Cuáles son los pilares fundamentales de ese Pacto de Estado que propone Ciudadanos?
Tiene que haber seguridad jurídica, tiene que haber un mercado estable, que los objetivos estén tan claros que dé libertad a cualquier empresa o cualquier agente del sector a tomar decisiones porque sabe hacia dónde va el sector y que no se aplique retroactividad. Se trata de no cambiar la normativa cada cuatro años. Que haya una simplificación administrativa, que la normativa no de pie a la interpretación
En el caso concreto de las nucleares, no tenemos una posición radical sobre si tienen que cerrarse a los 40 años, pero sí tenemos claro que si no hay backup, si no hay un respaldo energético suficiente, habría que ver si es el final de su vida útil, siempre con la aprobación del Consejo de Seguridad Nuclear. Pero nuestro objetivo es renovable, el objetivo es que se vayan apagando el carbón o la nuclear en un horizonte 2050, pero nunca de un día para otro como otras fuerzas políticas inciden, porque si no tenemos un modelo para asumir ese apagón, no lo podremos hacer.
Ya que habla de autoconsumo, ¿qué es lo que proponen en esta materia?
El autoconsumo no se tiene que ver como un enemigo, que así es como lo ha citado el secretario de Estado de Energía en funciones, tiene que ser un generador más, pero no se puede penalizar como se está haciendo. Creemos en la microgeneración. Hay sistemas aislados y extrapeninsulares donde el autoconsumo puede ayudar a que ese mix energético sea más variable.
En Canarias, el 7,3% de la energía es renovable, cuando tenemos unas condiciones solares y eólicas increíbles, a parte de biomasa residual, energías del mar, incluso geotermia. Y el resto proviene de la que de diésel. Hay que poner especial atención a los modelos extrapeninsulares porque influyen en la factura de la electricidad nacional. Y por ejemplo, el autoconsumo, aunque el PP dice que en Canarias hay una excepción, la realidad es que la excepción se incluyó en precampaña porque el ex ministro era precisamente candidato de una de las provincias. Pero queremos la derogación del impuesto al sol porque se está poniendo un peaje que se está gravando la electricidad que autoproduces y autoconsumes. No la que llega de la red, que por supuesto hay que pagar.
La microproducción es posible, pero apostando por las redes inteligentes porque si no, será muy difícil llegar a este modelo. Lo que se trata es de no poner puertas al campo y criminalizar a un sector o a una forma de generación.
¿Autoconsumo con balance neto?
Creemos en un estilo de balance neto. Cuando uno vende, vende al precio que está en ese momento, y si compra por la noche, lo compra al precio de ese momento. No es uno menos uno, cero. No queremos convertir a los autoconsumidores en productores. Como digo siempre, si tienes cuatro naranjos entiendo que no eres agricultor, si tienes cuatro paneles solares, no eres un productor. No te vas a instalar más potencia de la que necesitas. No eres un productor porque no vendes tu producción solo tus excedentes. Necesitamos una regulación pero hay que permitir el autoconsumo. Hay que evitar la especulación.
Se le ha oído decir a Albert Rivera en varias ocasiones que quiere acabar con el oligopolio eléctrico, ¿cómo pretenden hacerlo?
Si hay un marco estable, predecible y con objetivos claros se puede facilitar la competencia. Creemos en una política económica liberal, pero siempre y cuando se establezcan unos parámetros que puedan definirla. No puede haber una tendencia hacia una parte u otra del sector eléctrico. Y cuando se fomente la competencia se verá reflejado en los precios, además de acabar con el oligopolio.
¿Cómo cree que se puede acabar con un coste de la energía tan alta en España?
El coste de la energía ha descendido pero el precio de la luz ha subido, no tiene sentido. Por eso, apostamos por una auditoría para saber cuánto es el coste de generación, no atendiendo a los informes que todos publican. El Estado tiene la necesidad y el deber de saber cuánto cuesta la generación de la energía y qué es lo que se está pagando. De las cargas que pagamos en la factura de la electricidad, algunas las tendría que asumir el Estado no el usuario.
¿Cuáles de esas cargas las debería pagar el Estado?
Acabamos de llegar al ámbito nacional y no le voy a engañar, no tenemos informes con los porcentajes, pero queremos que se auditen los costes, un Pacto de Estado, derogar el RD de Autoconsumo, ir hacia un modelo renovable, pero de forma ordenada, sin posicionamientos radicales, no venimos a romper el sistema. Es necesario que haya negociaciones en todas las pautas.
Primero queremos sentarnos a hablar, pero con una posición central, sin estar influidos por los lobbies, tenemos buena sintonía con todas las fuerzas políticas.
¿Va a acabar con las subvenciones a los diferentes sectores energéticos?
Entiendo que el sistema de primas que dio el PSOE cuando gobernó era para que despegase el sector renovable, pero muchas de esas subvenciones fueron desproporcionadas, aunque no se debería haber aplicado la retroactividad. Al final basar un modelo energético en la subvención tiende al fracaso. Por supuesto que se tiene que ayudar a que despeguen, pero no basarse en ello. Hay que fomentar mayor competencia, que haya más agentes para que el precio sea más estable.
Las causas judiciales en los Tribunales Internacionales es el resultado de los parches de la política energética de los últimos años. Pero España no se puede quedar de brazos cruzados esperando a que decidan los jueces. Tenemos que tomar decisiones para que no haya más demandas. Porque afecta a la marca España.
¿Y el sistema de interrumpibilidad?
Hay tipos de industria que se acogen a este sistema pero no se puede considerar este pago como un sistema de competencia desleal a otra parte del sector. Hay que establecer unas pautas para que toda la industria se pueda acoger. Tiene que haber controles y caso por caso, no debe ser un negocio.
Pero ¿cree que es necesaria?
Si hablamos de la sobregeneración, podemos hablar de todos los ciclos combinados que están instalados en todo el territorio nacional, así que tenemos capacidad de generación, hemos derrochado mucho dinero en políticas que no tenían uso específico. Y no podemos quitarlos, están ahí. Las eléctricas se han gastado ese dinero porque se hizo una normativa que favorecía su desarrollo.
¿Cuál es su postura respecto a las prospecciones?
Descartamos el fracking, no lo prohibimos. Descartamos la técnica primero por los impactos medioambientales y segundo porque los recursos que se supone que hay en este país son suficientes para paliar la dependencia energética que tenemos. Lo que sí está claro es que hay que darle una solución a las inversiones ya hechas. No se puede prohibir y dejar desamparados a los que ya invirtieron bajo una normativa específica.
Y en el caso de las prospecciones en el mar, ya nos posicionamos en contra de la extracción de hidrocarburos en Canarias, primero porque los estudios señalaban que eran unos yacimientos que no iban a ser rentables, y segundo porque el empeño de que se hiciese fue mucho más político que realmente de negocio.
Así que no aprobaríamos prospecciones en zonas protegidas. No queremos seguir alentando un modelo a partir de los combustibles fósiles. Tampoco creo que haya ningún yacimiento en nuestro país que vaya a ser vital y vaya a acabar con la dependencia de combustibles fósiles que tenemos del exterior.
¿Y cuál es su posicionamiento respecto al carbón?
Apoyamos los objetivos de la UE en descarbonización con un horizonte 2050. Cuando se habla del carbón en campaña electoral a veces no obedece a la realidad pero si los dictámenes europeos dicen que no habrá más subvenciones, es así. Hay un compromiso de reducción de emisiones, hay un compromiso acordado en la última Cumbre del Clima, y por tanto nuestro modelo energético va hacia una reducción de las emisiones.
No decimos no al carbón ahora, por lo que buscaremos soluciones para esas zonas, con un proceso lo menos radical posible, lo más escalonado, para darles una solución social y de trabajo.
¿Qué medidas de eficiencia energética pondrían en marcha?
Una de ellas es la rehabilitación de edificios pero no solo. A día de hoy el código de edificación va por un lado y la normativa va por otro. Tenemos que invertir en eficiencia energética porque eso va a reducir la demanda energética. Cuando hablamos de pobreza energética y de bono social, decimos que la alternativa es invertir en esas viviendas y en esas familias para reducir el consumo. Tenemos que educar en eficiencia energética.
Otra de las medidas es crear programas que favorezcan el vehículo eléctrico. En Canarias llevamos una reducción del impuesto de la matriculación porque para que se desarrolle tiene que haber un incentivo y además trabajar en una normativa para los puestos de recarga en vía pública y privada. Pero no se trata de todos con vehículo eléctrico sino que existan garantías, avaladas por los ayuntamientos y las comunidades autónomas.
afortunado
13/06/2016