Era lo que uno podía esperar. Tras desvelar el EQE, Mercedes-AMG no ha tardado demasiado en ‘meterle’ mano a la que será la segunda berlina 100% eléctrica de su catálogo. La llegada de los EQE 43 4MATIC y EQE 53 4MATIC+ hará que la eficiencia y el placer de conducción estén estrechamente relacionados con las emociones o prestaciones. Bastan dos datos para entender lo que decimos. El primero, el rendimiento, pues la nueva dupla AMG del EQE parte de los 476 CV y 858 Nm en el caso del 43 4MATIC para alcanzar los nada menos que 626 CV y 950 Nm en el 53 4MATIC+. El segundo va relacionado directamente con el primero y no es otro que su cifra de aceleración de 4,2 segundos en el de ‘acceso’ y de nada menos que 3,5 segundos en el más prestacional. La velocidad punta difiere siendo de 210 y 220 km/h respectivamente.
Pero ojo, porque si los datos de serie aún te dejan frío, en el más potente se puede sumar el AMG Dynamic Plus Package que eleva la potencia hasta los 687 CV y el par máximo a 1.000 Nm, reduciendo el 0 a 100 km/h hasta los 3,3 segundos e incrementando la punta hasta los 240 km/h. Lógicamente la autonomía se verá afectada pero la firma alemana no ha detallado en cuánto.
Sí comparten batería y potencias de carga. En este caso hablamos de una capacidad útil de 90,6 kWh lo que les permite homologar una autonomía de entre 462 y 533 kilómetros en el 43 4MATIC que se rebaja hasta los 444-518 kilómetros en el más potente. En cuanto a la potencia de carga admiten corrientes hasta de 170 kW en conexiones CC consiguiendo rellenar 180 km en menos de 15 minutos. Si nos vamos a la corriente alterna, de serie cuenta con un cargador de 11 kW aunque opcionalmente pude sumar uno de 22 kW.
Aunque los dos suman de fábrica la tracción total 4MATIC, en el caso del 53 4MATIC+ el sistema ha sido optimizado acorde a la mayor potencia. Dinámicamente habrá algunos elementos que vengan de serie en el de mayor rendimiento siendo opcionales en el de entrada. Sea como fuere, los dos AMG EQE prometen ser unos auténticos trazalíneas gracias, entre otros, a la suspensión neumática AMG Ride Control+, el eje trasero direccional (de serie en ambos) con capacidad para girar las ruedas traseras en 3,6º, sistema de frenos con discos de 415 mm delante mordidos por pinzas de seis pistones y traseros de 378 mm con pinzas monopistón a mejorar opcionalmente con los frenos carbocerámicos, un modo Race para el 53 o Slippery para ambos que reduce, el segundo, las pretensiones del conjunto mecánico e incluso un paquete de sonido artificial. Del precio, de momento no sabemos nada pero estaremos atentos.
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